Los empresarios sostienen la esperanza de que los niveles de inflación a la baja a partir de las medidas implementadas por el Gobierno den sus primeros frutos. Alertados por la baja competitividad y la ampliación de los costos, festejaron que un informe privado convalide la caía de las expectativas inflacionarias justo en el ingreso de las paritarias.
El informe fue realizado por la Universidad Di Tella y señala que las expectativas de inflación de los consumidores argentinos se ubicaron en el 29,6% anual en marzo y así se mantuvieron en el nivel más bajo de los últimos tres años. ‘La inflación esperada de acuerdo al promedio se mantiene en su mínimo desde enero 2012, cuando marcó 28,9%‘, indicó.
Este escenario, planteado por los empresarios desde el año pasado, será uno de los argumentos que presentarán los empleadores al momento de sentarse a debatir con los dirigentes gremiales el nuevo convenio salarial por sectores. Aunque admitieron que las negociaciones ‘no serán sencillas‘.
‘Las expectativas inflacionarias ayudarán a la negociación salarial pero estimo que en este año electoral habrá un empuje en las paritarias para elevar el poder adquisitivo de los trabajadores. En lo personal, creo que esa situación perjudicará a la situación de las empresas‘, enfatizó el vicepresidente de la UIA y jefe de la cámara de empresarios gráficos, Juan Carlos Sacco.
Otro industrial preocupado por el resultado en las empresas de las paritarias es el secretario de la entidad fabril, José Ignacio De Mendiguren, pero analizó el efecto de los aumentos salariales en su relación con la actividad económica: ‘Es una buena noticia que se desacelere la inflación aunque puede ser perjudicial el efecto de las medidas que se tomaron para lograr ese objetivo porque se enfrió la economía y eso impacta en la producción‘.
El empresario textil usó una vieja frase suya para explicarlo: ‘Acá no hay que enfriar la economía sino calentar la inversión‘.
Además, elogió el aumento de la capacidad económica de los trabajadores ‘porque son los consumidores del mercado que requiere la mercadería de las fábricas‘.
La UIA buscará que el Consejo del Salario y el diálogo social tripartito sea una herramienta que permita coincidir a empresarios y trabajadores, pero espera un respaldo del Gobierno a través de la elevación del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias.
La preocupación empresaria está puesta en ese punto impositivo. ‘Mi gremio ya me avisó que las paritarias estarán marcadas por los reclamos sindicales que incluyen un aumento muy elevado para compensar el efecto de Ganancias. Y el resto no podrá quedarse atrás porque políticamente, en un año electoral, sería un suicidio. Eso nos va a matar porque las empresas no están en condiciones de absorber un aumento por encima del 30%‘, enfatizó un líder empresario que integra el G-6.
El diálogo tripartito como solución
En voz baja, empresarios y sindicalistas abrieron una etapa de negociación para activar una mesa tripartita que debata reclamos y soluciones a problemas entre dueños de empresas y comercios con sus empleados. No estará incluido el debate salarial, que cada sector tendrá que resolver de manera unitaria.
Fuentes empresarias confiaron a este diario que está en marcha una mesa que unifique posiciones extrasalariales para poder superar conflictos políticos y ‘efectos que provoquen distorsión en las paritarias en el medio del año electoral‘.
Un ejemplo es el encuentro entre la UIA y los gremios del transporte. Sucede que, a pesar del vínculo aceitado que existe entre algunos gremios y cámaras empresarias, ‘hay conflictos que incluyen a otras actividades y que hunden a la producción y achican el consumo‘, explicaron.
‘Si despejamos ciertos problemas se favorecerá a la actividad económica, al empleo y se bajará la conflictividad en las negociaciones paritarias‘, aclaró off the record un empresario.