Los bonos en dólares ganan un 17% en octubre y el indicador de JP Morgan cedió debajo de los 900 puntos básicos por primera vez desde 2019. Los factores que explican el optimismo de los inversores
Los números hablan a las claras de una temporada muy positiva para los bonos soberanos de la Argentina, que en una firme tónica alcista -que se sobrepone incluso a la volatilidad de los mercados internacionales-, alcanzan sus precios más altos desde su emisión y conservan aún, según los analistas, un margen de alza.
Este martes, los bonos Globales de Argentina ascienden hasta 0,9% en las emisiones de más duration (el GD41 y el GD35). A lo largo de octubre, estos títulos públicos argentinos de referencia en el exterior ascienden un 17%, con una paridad promedio en USD 63, un máximo desde su salida a mercado en 2020.
En lo que va del año, los bonos Globales ganan un 69% en promedio. Los títulos más cortos fueron los de mejor desempeño, como el caso del GD29 (+86,6%, USD 74,59) y el GD30 (+75,5%, a USD 70,61).
El ascenso de los precios de los bonos tiene como contrapartida un recorte en las tasas de retorno que se obtiene por su negociación en el mercado secundario. Estas tasas implícitas más bajas reducen la brecha de rendimientos con los bonos norteamericanos, que es justamente lo que se mide con el riesgo país. El indicador de JP Morgan cedió debajo de los 900 puntos por primera vez desde las PASO de agosto 2019.
¿Cuáles son las 10 señales que están advirtiendo los inversores para demandar bonos argentinos y producir la baja del riesgo país?
1) Superávit fiscal. El indicador más relevante para respaldar la mejora de la deuda es el de superávit de las cuentas públicas, pues éste deja recursos disponibles para cumplir con los vencimientos. Es manifiesta la voluntad de Javier Milei de mantener el superávit de las cuentas públicas, que lleva diez meses consecutivos. En esta senda, el 2024 cerraría como el primer año con superávit primario en el sector público desde 2008.
2) Garantía pago bonos. El gobierno argentino enfrentará en enero próximo vencimientos de deuda con bonistas por USD 4.800 millones, según la estimación que realiza la OPC (Oficina de Presupuesto del Congreso). De ese monto, unos USD 1.700 millones corresponden a intereses y fueron depositados anticipadamente por el Tesoro en el Banco de Nueva York, todo un gesto de disponibilidad de liquidez que garantiza el pago de bonos en los inmediato.
3) REPO de bancos. El ministro Luis Caputo confirmó en una entrevista a Financial Times que la Argentina consiguió un préstamo de casi tres años con bancos privados, en formato REPO (un préstamo respaldado en activos), para afrontar el pago de capital de deuda pública a bonistas en enero. En el REPO (repurchase agreement) podrían ponerse como garantía los Bopreal (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre) que emite precisamente el BCRA.
4) Acercamiento al FMI. La buena sintonía con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se evidenció la semana pasada, con la entrevista entre el ministro Caputo y la directora gerente de la entidad, Kristalina Georgieva. Habida cuenta que el todavía alto riesgo país de la Argentina impide emitir nueva deuda, tiene un papel muy importante el crédito o extensión de plazos que el Gobierno pueda obtener del organismo, hoy el principal acreedor de la Argentina por unos 44.000 millones de dólares.
5) Más dólares de organismos. El Banco Mundial y el BID van a otorgar financiamiento por USD 8.800 millones, de los cuales se espera que unos USD 2.000 sean otorgados antes de fin de año. Sin dólares “frescos” por colocaciones en el mercado, estas divisas -cuyo calendario de desembolso todavía no está definido- pueden ser un puente importante para el financiamiento del sector público. Los montos otorgados representan financiamiento tanto para el sector público, como también el retorno del financiamiento al sector privado por parte de los organismos multilaterales a la Argentina para fomentar el desarrollo de los sectores estratégicos y productivos.
6) Aval del GAFI. El plenario del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) anunció el jueves 24 en París que la Argentina no cayó en la “lista gris” en materia de lucha contra el lavado de dinero y el terrorismo. El organismo aprobó el Informe de Evaluación Mutua presentado por el país, lo cual fue festejado por el gobierno de Javier Milei. La declaración habilita a inversiones de compañías extranjeras que, de integrar Argentina la “lista gris”, hubieran estado vedadas de operar por las restricciones legales de sus países de origen.
7) Compra de reservas del Banco Central. La entidad monetaria logró sortear la estacionalidad del comercio exterior propia del tramo final del año -cuando suele ser vendedora neta- y suma reservas -tanto brutas como netas- en octubre. El BCRA lleva comprados en lo que va del mes unos USD 1.278 millones, en el octubre más positivo para la participación oficial en el mercado desde el 2009, cuando en el décimo mes compró un saldo neto de 1.476 millones de dólares. Además, es el mes de octubre con mejor saldo a favor para la intervención oficial en años con “cepo”. Además, en la plaza no hay ventas oficiales desde el 26 de septiembre.
8) Los dólares del blanqueo. Toda una señal de recuperación de la confianza en la política económica viene de la mano del exitoso blanqueo de capitales, que después de dos meses de vigencia estaría alcanzando los USD 15.000 millones. Este ingreso de divisas se evidenció en el crecimiento de los depósitos privados en el sistema financiero local. Según el último dato aportado por el Banco Central, correspondiente al 24 de octubre, estas colocaciones alcanzaron los USD 31.634 millones, muy próximos al máximo anterior de USD 32.499 millones del 9 de agosto de 2019. Desde que Milei asumió el Gobierno, los depósitos en dólares anotan un crecimiento de USD 17.508 millones o un 123,9% desde los USD 14.126 millones del jueves 7 de diciembre de 2023. Por otro lado, más dólares en los bancos ayudan en forma directa a ampliar la oferta de crédito en dólares para financiar la producción. Y en forma indirecta promueven las compras del BCRA en el mercado, pues las compañías que acceden a préstamos en dólares deben liquidarlos en la plaza de contado para hacerse de pesos.
9) Expectativa por el regreso al mercado. El ministro Caputo aseguró además que “si las tasas de interés lo permiten”, buscará volver a los mercados internacionales de crédito para refinanciar el vencimiento de julio. “En junio, si las tasas de interés lo permiten, refinanciaremos el capital y pagaremos los intereses utilizando nuestro superávit primario. Si las condiciones no están dadas, haremos los pagos de otra manera”, declaró a Financial Times. Esto es muy importante, porque al renovar vencimientos el Gobierno se evitará el dembolso “cash” de divisas, mientras se recuperan las reservas del BCRA. Desde 2018 que el gobierno argentino no emite nuevos bonos -si se exceptúan los títulos del canje de 2020-.
10) Datos “macro”. Algunos indicadores económicos permiten anticipar un año de crecimiento de la actividad en 2025. Sumado a esto, la baja de la inflación es otro factor que ayudará al desempeño general de la economía y es un objetivo central de la administración ultraliberal. Se descuenta que una economía más sólida en los próximos meses también va a apuntalar los ingresos por recaudación fiscal, con un consecuente panorama más despejado en lo que respecta a los pagos de deuda.