La repatriación de capitales tenía base en el mercado inmobiliario, pero no logra despegar. Se lanzó en julio de 2013 y ahora continuará por tres meses más
El Gobierno volvió a prorrogar el régimen de blanqueo de capitales, ahora por séptima vez, una estrategia con la cual pretende sumar dólares a sus arcas, algo que no logra desde que lanzó esta medida por primera vez.
En julio de 2013 la gestión K impulsó este mecanismo y anticipó que su intención era lograr que, al menos, unos u$s 4000 millones que no se encontraban blanqueados ingresaran al sistema de forma legal.
En especial, esta variable permite a los interesados obtener un Certificado de Depósito para Inversión (Cedin), con el que luego se puede cerrar una operación inmobiliaria.
Esta opción está abierta también para la compra del Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (BAADE), aunque el fuerte lo aportan los Cedin.
A casi dos años de su puesta en marcha, sin embargo, los resultados lejos están de ser los esperados. Desde su inicio, el blanqueo alcanzó apenas los u$s 1400 millones, sobre 25.600 certificados suscriptos. Los operadores inmobiliarios admiten que este mecanismo no logró jamás los resultados esperados, aunque dado el muy pobre nivel de ventas actual prefieren no desechar ninguna variable que les permita cerrar alguna venta.
Ayer, a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial el Gobierno dispuso que la «exteriorización voluntaria» de billetes en moneda extranjera se aplicará por tres meses.
«Prorróganse por tres meses calendario a partir del 1ª de abril de 2015 los plazos previstos en la ley Nª 26.860», dispuso la Casa Rosada.
Esta ampliación, según precisó el Gobierno «es necesaria por razones operativas y con la finalidad de permitir que una mayor cantidad de sujetos interesados puedan exteriorizar sus tenencias y acogerse a los beneficios dispuestos en la norma».
Además, recordó que «la referida exteriorización comprende la tenencia de moneda extranjera en el país y en el exterior al 30 de abril de 2013, inclusive», y aquella tenencia «que resulte del producido de bienes existentes» a la misma fecha.
«La exteriorización de capitales permite emplear recursos líquidos ociosos para financiar inversiones productivas y sociales», destacó el decreto.