La entidad perdió u$s 1.500 millones por compras de dólar ahorro. También debió enfrentar pagos de energía y saldar deuda con organismos internacionales. Si el Tesoro no coloca deuda, estiman que las reservas netas van a caer de acá a fin de año otros u$s 7.000 millones. Maquillaje de las reservas ascienden a u$s 17.500 millones, más de la mitad de las reales
El maquillaje no sólo lo usan las mujeres para disimular sus arrugas y verse más atractivas. En política, este recurso permite al Estado presentar sus cifras de la forma más conveniente. En el caso del Banco Central, la cosmética no es tan determinante como en el Indec, pero ayuda. La entidad exhibe reservas de u$s 31.500 millones, pero cuando se mide cuántas de esas divisas están verdaderamente disponible, el monto neto desciende a menos de la mitad: u$s 14.000 millones.
Según Gabriel Zelpo, analista senior de Elypsis, la brecha de u$s 17.500 millones, está compuesta por los u$s 8.500 millones de encajes de depósitos en dólares en los bancos (son más, pero se descuentan los préstamos), u$s 4.000 millones de importaciones atrasadas, u$s 3.100 millones del swap con China (son yuanes, no dólares, que sólo sirven para pagar importaciones de China), u$s 1.200 millones de pagos a bonistas retenidos por el juez Thomas Griesa y u$s 700 millones de préstamo a corto plazo del Banco de Francia.
«Una parte de la caída de reservas netas en lo que va del año se explica por una importante reducción en las liquidaciones de divisas del agro. Esos menores ingresos representan cerca de la mitad de la caída de reservas netas, de casi u$s 3.000 millones en lo que va del año», revela un informe de Empiria.
Pedro Rabasa, director de Empiria, estima que, si el Tesoro no coloca deuda (excepto un roll-over del 50% del vencimiento del Boden 2015, que ve probable), las reservas netas van a caer de acá a fin de año otros u$s 7.000 millones.
«Esto se produce en un contexto en el que las restricciones cambiarias se reforzaron más que nunca, lo mismo que sucedió con la cosmética para que no caigan las reservas brutas. En efecto, cada vez que el BCRA no tuvo disponible alguna herramienta cosmética para evitar la caída de las reservas brutas, simplemente detuvo importaciones, con el consiguiente costo para la economía. La fuerte cosmética actual en las reservas incluye una parte (el swap con China) que vence en un año: otro regalito para la próxima administración», advierte.
Aún con una cosecha de soja récord y un escenario optimista, se estima que la liquidación del agro caerá en este segundo trimestre cerca de un 20% respecto a las divisas ingresadas el pasado año. Y si la acumulación de stocks adquiere entidad, la caída en términos de monto podría duplicarse. También hay que tener en cuenta que, en lo que va del año, la entidad perdió u$s 1.475 millones por compras de dólar ahorro.
Para Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, la caída en las reservas netas obedece a que el BCRA viene vendiendo más dólares que los que compra: «Esto generó que en lo que va del año las ventas superen a las compras en más de u$s 900 millones. Seguirá así, excepto que el trimestre dorado de liquidación se combine con mayores restricciones a las importaciones y giros de dividendos».
A juicio de Gustavo Perilli, socio de AMF Economía, «persisten filtraciones de reservas disparadas por demandas aún intranquilas y liquidaciones adormecidas del complejo. Las presiones cambiarias que sufre la economía brasileña empeoraron bastante la administración de reservas, porque están recordando que la apreciación real del peso no permitirá revertir el déficit externo. Agrava aún más la situación, la imposibilidad de colocar deuda relativamente barata y liberada de los recursos legales impuestos por Griesa. El frente externo sufre amenazas y las reservas se resienten pese a que, paradójicamente, se respire tranquilidad en el mercado paralelo de cambios».