Hasta febrero, el BCRA había sacado más de $ 40.000 millones de la calle vía Lebac. A fines de marzo esa cifra cayó a $ 27.000 millones porque la entidad recompró esas letras
En marzo el Banco Central (BCRA) no sólo dejó de retirar pesos a través de sus licitaciones semanales de letras y notas sino que además puso la aspiradora a trabajar en sentido inverso: inyectó más de $ 13.800 millones a través de emisiones más modestas y recompras de Lebac en el mercado secundario. Gracias a colocaciones masivas de pases el mes de marzo terminó siendo contractivo de todas formas ?la base monetaria se redujo en más de $ 1.400 millones en el mes? pero la base monetaria pasó a crecer 29% interanual.
La entidad conducida por Alejandro Vanoli ha hecho de la contención de cualquier atisbo de corrida cambiaria de aquí al final del mandato de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner su principal objetivo. Y no le va mal: la brecha entre el dólar oficial y el blue perdió 20 puntos porcentuales en lo que va del año.El consenso ortodoxo asigna a la agresiva política de esterilización buena parte de ese éxito.
Las Lebac son letras que cada martes el BCRA coloca a los bancos a cambio de los depósitos que estos no logran destinar a préstamos. Cuando la emisión de nuevas Lebac supera los vencimientos de otras emitidas en el pasado, la operación contrae la cantidad de dinero que circula en la economía y se dice que «esteriliza pesos». A la inversa, cuando los vencimientos superan a las nuevas colocaciones, la base monetaria se expande.
El paladar de Vanoli no es muy afecto a las ideas ortodoxas, pero ?al menos hasta febrero? se encargó de sacar tantos pesos como pudo.
A través de sus licitaciones semanales había sacado $ 41.637 millones en el año hasta el 28 de febrero pasado.
Aspirar pesos le sirve al BCRA para compensar al menos parte de la emisión monetaria que hace para financiar al Tesoro. Con el gasto creciendo al 40% y los ingresos al 32%, la brecha se tiene que llenar con nuevo dinero impreso para ese fin. En el año, ya van $ 22.000 millones.
El problema es que la Carta Orgánica de la entidad pone límites máximos a la cantidad de dinero que puede transferir al fisco, y ese límite está cerca. Por eso el mes pasado el ministro de Economía, Axel Kicillof, lanzó la primera emisión de Bonac: para tomar prestados pesos de los bancos sin que el BCRA tenga que primero emitirlos y luego esterilizarlos.
En marzo, la esterilización se revirtió. Primero porque en sus últimas dos licitaciones el BCRA renunció a colocar letras a un año para no competir con el Bonac. En sus últimas dos licitaciones emitió $ 6.300 millones.
Segundo porque además de esterilizar menos, el BCRA se puso a comprar en el mercado secundario Lebac que había emitido en el pasado. Esas operaciones suelen hacerse para generar liquidez a bancos públicos que enfrentan problemas puntuales, y para hacerlas debe volver a inyectar los pesos que ya había aspirado: fueron $ 16.892 millones que volvieron a la calle.
Así, los más de $ 41.000 millones que había esterilizado hasta marzo se redujeron a $ 27.812 millones el 27 de marzo, último dato disponible.
«El Gobierno debe creer que tiene al mercado cambiario controlado, con lo cual es momento de reactivar. En un escenario como el actual, donde el dólar depende de las expectativas de cambio de gobierno, que la base monetaria se les mueva al 25% o a 35% puede no importarles mucho, más allá de que tenga costo», comentó Martín Polo, economista de Analytica.