El Ejecutivo trabaja en una serie de medidas para restringir las operaciones de las entidades bancarias internacionales y así limitar la apertura de cuentas que facilitan los depósitos en el exterior
A partir de las investigaciones sobre evasión fiscal sobre bancos extranjeros, el Gobierno ahora impulsa una serie de medidas para reformar el sistema de operación de las entidades foráneas en la Argentina. El objetivo es limitar la apertura de cuentas que faciliten el depósito de dinero en el exterior.
La iniciativa es impulsada en el Congreso por el diputado oficialista Roberto Feletti, quien explicó en diálogo con el semanario Perfil que la «finalidad es comprender cómo está operando la banca extranjera en el país para en función de eso proponer cambios en la legislación referidos a la actividad de las entidades del exterior, de ser necesario».
Al respecto, se preguntó: «¿Por qué un banco de afuera puede venir a competir en términos de igualdad con los bancos locales, por ejemplo, en términos de captación de depósitos, y termina elaborando un esquema para fugar dinero?». El legislador agregó que actualmente en el Congreso se analiza el caso de HSBC, pero no descarta que «si surgen otros casos, se siga trabajando en la misma línea».
Fuentes del sector reseñadas por el matutino, explicaron que las modificaciones apuntarían a endurecer las medidas ya sugeridas por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI)para la prevención del lavado de activos, y de esa forma restringir la salida de capitales, un comportamiento endémico de los argentinos que aprovechan los servicios de la banca off shore para poner sus ahorros fronteras afuera.
En este sentido, pretenden exigir una verificación exhaustiva por parte de los bancos de la identidad de sus clientes antes de que se abra una cuenta y a lo largo de toda la relación comercial entre ambas partes. Asimismo, quieren que las entidades investiguen con más detalle la actividad de sus clientes y más requisitos al momento de identificar quién es el beneficiario final de la operación comercial.
Buscan también aumentar el plazo por el que las instituciones deben mantener los registros sobre la información de sus clientes quieren que la banca extranjera tengan que reconstruir rápidamente las operaciones individuales ante pedidos de los organismos de control.