El organismo difundió su reporte de Perspectivas Económicas 2015, en el que recomendó al Gobierno que aplique un «tipo de cambio más débil»
El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó a la Argentina llevar adelante «políticas macroeconómicas más restrictivas combinadas con un tipo de cambio más débil, para un retorno a la estabilidad y el crecimiento», según cita la agencia DyN.
El organismo difundió su informe sobre las «Perspectivas Económicas del Hemisferio Occidental» donde detalló que el país tendrá en 2015 una caída en su PBI del 0,3%, prolongando la desaceleración del 2014 y proyecta una leve suba de 0,1% para el año próximo.
«La Argentina mantiene desajustes económicos significativos, siguiendo un extendido período de expansión fiscal que ha recaído crecientemente en el financiamiento del Banco Central», sostiene el organismo.
Agrega que las restricciones sobre el comercio y el mercado de cambios también han creado una significativa brecha entre el dólar oficial y el informal. Sin embargo, puntualiza que esta brecha desde fines del 2014 se ha estabilizado en torno del 40% al 50% y la inflación de dos dígitos ha cedido a un nivel más bajo.
De todas formas, evalúa que los adversos términos del intercambio -particularmente por la caída en las cotizaciones internacionales de la soja-, la débil actividad económica en Brasil y la revalorización del real han generado nuevos vientos desfavorables para el crecimiento de la economía argentina.
El FMI advirtió esta tarde que la Argentina «mantiene desajustes económicos significativos», por lo que recomendó una «devaluación» y un menor nivel de intervenciones en los mercados, entre otras medidas citadas en el informe difundido en Santiago de Chile por el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, y el jefe de Misión del organismo para Chile ,Roberto Cardarelli.
El economista Agustín Monteverde destacó en InfobaeTV que «el ajuste, como la devaluación, ya se hicieron, lo único que resta es reconocerlo, porque se mantiene una ficción con el mantenimiento de un precio controlado, que es el del dólar, pero a esa valor no hay divisas. Por eso lo que está pidiendo el FMI es que se deje esa ficción».
En el estudio, en el cual reiteró su pronóstico de una caída de 0,3% del PBI, el FMI sostuvo que «la Argentina mantiene desajustes económicos significativos, siguiendo un extendido período de expansión fiscal que ha recaído crecientemente en el financiamiento del Banco Central».
Y agrega: «Las restricciones invasivas sobre el comercio y los mercados cambiarios también han creado una brecha importante entre el tipo de cambio oficial y el informal del peso».
El trabajo concluye en lo referente a la Argentina que «el optimismo relativo de los inversores estaría relacionado con el nivel moderado de endeudamiento externo y con la expectativa de que algunas de las políticas económicas más distorsivas podrían relajarse tras las elecciones de octubre».
