La expansión se explica por la compra de los dólares que recibieron YPF y Economía, y por la cancelación de pases. El Tesoro, en cambio, canceló préstamos por $ 4500 millones
Para darle un descanso al Banco Central (BCRA) el Tesoro se financia desde marzo pasado con la emisión de Bonos del Tesoro Nacional (Bonac) en lugar de recurrir todo el tiempo a financiamiento monetario. Sin embargo, el cambio de estrategia no resultó en una contracción de la masa monetaria sino todo lo contrario: la cantidad de dinero pasó del crecer 26% interanual a fines de marzo a 33% interanual a fines de abril pasado.
Al 30 de abril último, los últimos datos oficiales que liberó la entidad conducida por Alejandro Vanoli, la base monetaria había llegado a los $ 469.092 millones. Esa cifra implica un crecimiento del 6,52% en el mes y del 33,2% interanual.
Los $ 28,738 millones de expansión monetaria de abril se explican, más que nada, por el efecto de los pases pasivos que estaban en manos de los bancos y que fueron cancelados. Los pases generaron una expansión de $ 25.124 millones en el mes.
El otro factor expansivo de relevancia en el mes fue la compra de divisas en el mercado cambiario. El BCRA compró u$s 1393 millones en el mes, gracias al ingreso de divisas de los exportadores agropecuarios y a las colocaciones de deuda del Tesoro y de YPF. Para pagar por esas divisas debió imprimir $ 12.330 millones que ayudaron a impulsar el crecimiento del circulante.
Entre los factores que se opusieron a la expansión monetaria de abril se destacan los préstamos del BCRA al sector público. El Tesoro canceló financiamiento monetario en el mes que generó un efecto contractivo por
$ 4592 millones.
La colocación de letras Lebac, la «aspiradora» que usa el BCRA para controlar la masa monetaria, tuvo un rol menor: contrajo en $ 3315 millones el circulante.
«En abril el financiamiento al sector público resultó contractivo, sí, pero menos contractivo que en abril del año pasado cuando había cancelado más de $ 7000 millones. En aquel mes los pases habían aportados de
$ 15.000 millones y, si bien la emisión para compra de dólares había sido mayor, todo eso te da una base de comparación baja», explicó Martín Polo, economista jefe de Analytica. «Pero la clave está en las Lebac, en abril del año pasado había esterilizado más de $ 23.000 millones y este año casi nada», dijo.
Habitualmente, el BCRA usa las Lebac para sacar pesos del mercado que él mismo emite para financiar al Tesoro. Mediante tres emisiones de Bonac que sumaron casi $ 15.000 millones el ministro de Economía, Axel Kicillof, evita que el BCRA imprima pesos que después debe aspirar. Pero, por lo visto, eso no ha frenado la expansión monetaria.
La capacidad de las Lebac para retirar pesos del mercado está limitada por dos vías. Por un lado, Vanoli ha decidido tomar menos pesos de los bancos a cambio de esas letras para que las entidades financieras puedan fondear los Bonac que emite el Tesoro para cubrir la brecha entre ingresos y gastos (que Analytica calcula en $ 300.000 millones y Bein & Asociados en $ 250.000 millones en 2015).
Por el otro, porque además de emitir menos Lebac el BCRA ha recomprado esas letras en el mercado secundario para financiar al Tesoro por otro vía. Las vías tradicionales para financiar al Tesoro son los adelantos transitorios y la transferencia de utilidades, dos variables que están limitadas por la Carta Orgánica del BCRA. Emitir pesos a cambio de Lebac que ya están en el mercado, en cambio, permite pasar pesos al Ejecutivo sin que los límites normativos de la autoridad monetaria sean vulnerados.
«El Bonac parecía que iba a liberar al Central del financiamiento monetario, pero en realidad lo complementa», dijo Francisco Gismondi, analista de Empiria Consultores.