• Ante el amplio abanico que tiene la inflación (Indec, privados, Congreso), debutaron emisiones con este mecanismo
Las complicaciones para conocer cuál es el verdadero nivel de inflación llevaron a una compañía que cotiza en el mercado bursátil a buscar financiamiento a través de un nuevo mecanismo: el ajuste del pago trimestral de intereses según la evolución del índice que mensualmente publica la Cámara Argentina de la Construcción (CAC). El año pasado, éste arrojó un aumento del 35,5%, casi en línea con la inflación estimada por el Congreso, mientras que la medición del INDEC apenas rozó el 24%. La emisión ya finalizada estuvo a cargo de la desarrolladora TGLT y a través de esta serie de bonos recaudó $ 57 millones, tras haber recibido un total de 20 ofertas (en su totalidad, de inversores institucionales). El papel vencerá dentro de tres años, un plazo interesante teniendo en cuenta que se trata de una emisión en moneda local.
El título funciona de la siguiente manera: paga el cupón de intereses por el equivalente al 90% de la evolución del índice CAC. Si el título hubiera estado vigente el año pasado, por ejemplo, el inversor habría recibido una tasa del 32% (o sea, un 10% menos de lo que arrojó el índice CAC). Pero el mismo título tiene una cláusula que establece que se tomará el nivel mayor entre el índice de la Cámara de la Construcción y la evolución de la tasa Badlar más 600 puntos básicos. La variación del índice CAC depende básicamente de dos factores: los costos de la mano de obra y de los materiales. El año pasado, en el primer caso, el aumento acumulado fue del 47%, mientras que los costos laborales crecieron un 27%.
Este índice es utilizado prácticamente por todos los desarrolladores inmobiliarios para calcular el costo de la cuota mensual de un emprendimiento. Esa evolución de la cuota es la que se aplica para el pago futuro de las cuotas. Este mecanismo, además, viene reemplazando la denominada «financiación al costo», ya que generaba múltiples quejas de inversores por considerarlo poco transparente. En el caso de TGLT, tiene sentido recurrir al índice CAC para pagarles a sus acreedores, ya que al mismo tiempo refleja el incremento de cuotas que recibirá por parte de quienes compraron los distintos inmuebles que construye especialmente en la Ciudad de Buenos Aires y en Rosario.
En el mercado existe un solo producto en pesos indexado, que son los bonos que ajustan de acuerdo con la evolución del CER que colocó el Gobierno en el canje de deuda de 2005 (como el Discount en moneda local) y otros títulos utilizados para pagar a proveedores. El problema que tienen estos bonos es que cotizan con fuertes descuentos debido a la subestimación de la inflación por parte del INDEC. El CER no es otra cosa que la inflación minorista (IPCnu) que divulga mensualmente el organismo que dirige Norberto Itzcovich.
Esa manipulación que arrancó en 2007 impidió que tanto el Gobierno como empresas pudieran volver a emitir de acuerdo con el CER. Ni siquiera el nuevo cálculo de inflación efectuado por el INDEC el año pasado, ya bajo la revisión del FMI, consiguió recuperar la confianza de los inversores.
El ajuste por índice CAC luce como una opción novedosa para quienes están interesados en financiarse en pesos en el mercado. Claro que parece una alternativa reservada sólo para compañías relacionadas con el sector inmobiliario y de construcción, ya que permite «calzar» el ajuste de los activos con los pasivos.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=790251