La presidenta Cristina Kirchner volverá a prorrogar a 17 provincias sus deudas con la Nación y recibirá a los gobernadores en la Casa Rosada. De acuerdo a un estudio privado, en 2015 el déficit financiero de esas provincias sería mayor a los $20.000 millones, que sumados a las refinanciaciones y prórrogas que se suceden desde 2013, elevaría el stock de deuda a más de 100.000 millones de pesos. Preocupa a las provincias la caída en la recaudación por la baja de la actividad económica.
El gobierno nacional busca con el plan de refinanciación de los rojos provinciales darle oxígeno a los mandatarios en un año electoral.
El nuevo convenio beneficiará a Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Catamarca, Jujuy, Santa Cruz, Chubut, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Tucumán, Tierra del Fuego, La Rioja, San Juan, Misiones y Salta.
A la Casa Rosada llegarán para el acto los mismos gobernadores que firmaron la prórroga en enero pasado en el marco del convenio del Programa Federal de Desendeudamiento acordado en mayo de 2010.
Si bien data de hace cuatro años, la iniciativa fue relanzada en diciembre de 2013 para la refinanciación de un stock de deuda fijado por entonces en 77.300 millones de pesos, lo que dio aire a los gobernadores ante la ralentización de la recaudación propia por el parate económico.
Por ese acuerdo, los gobernadores dejaron de pagar en 2014 unos 5.705 millones de pesos y ahora contarán con una nueva reprogramación a 20 años, sin la aplicación del Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) y a una tasa anual del 6 por ciento.
El acuerdo de refinanciación de deudas se negocia cada tres meses y resulta clave para las economías provinciales, que vienen golpeadas desde 2008 cuando la Argentina sufrió el impacto de la crisis internacional.
Si bien la refinanciación se negocia en forma casi automática cada trimestre, con la nueva decisión el Gobierno intentará apuntalar a sus candidatos en plena coyuntura electoral, con la intención de ganar en las urnas provinciales. Este plan de financiación también permite a los gobernadores renegociar las deudas que los municipios tienen con las arcas provinciales, para darles a ellos también (que son los que aportanlos votos) más oxígeno en un año decisivo.