• Rinde más del 9,5%.
• Gana atractivo frente al Bonar 24, afectado por ofensiva de los buitres.
Con las elecciones primarias para la votación del nuevo presidente cada vez más cerca, el mercado se puso más conservador con los activos argentinos, algo que estaba absolutamente dentro de los cálculos. Por eso, lentamente la estrategia es reducir o por lo menos no incrementar demasiado la exposición en productos en pesos y pasarse a títulos dolarizados. El Bonar X -que vence en abril de 2017- surge como una opción favorita, recomendada por distintos brokers en esta situación.
Los bonos en moneda extranjera tuvieron un comportamiento pobre en los primeros cuatro meses de 2015 por la caída del «blue». La baja de la cotización implícita en el mecanismo de «contado con liquidación» impactó en los precios de los bonos en moneda extranjera. Durante este período de dólar planchado resultó mejor estrategia quedar posicionado en pesos, por ejemplo a través de un plazo fijo o de un bono que cotiza en moneda local con ajuste Badlar.
Un informe que divulgó ayer Puente, sin embargo, centra su atención en los bonos dolarizados y llega a la conclusión de que «el Bonar X es el de menor riesgo de sufrir algún tipo de embargo» por parte del juez Griesa. La explicación es que se trata de un bono colocado en el mercado, pero que además casi no se ha utilizado en otro tipo de transacciones que pegan en el poste. Una porción mínima de este título se utilizó para compensar a Repsol por la expropiación de YPF y también para algunas compensaciones menores en el marco de las demandas perdidas en el CIADI, el tribunal arbitral del Banco Mundial. En ese sentido, se trata de un título más seguro incluso que el Boden 2015 y el Bonar 24, aun cuando todos fueron emitidos bajo legislación local.
El Bonar 24 sufrió ayer la ofensiva de fondos buitre, en especial Aurelius, que pidieron al juez Griesa que embargue los futuros pagos de este título. Como consecuencia, perdió cerca del 1% y finalizó en Wall Street a u$s 97,50, su menor nivel de los últimos meses. Esta caída, y el consiguiente aumento del rendimiento, complican los planes del Gobierno para salir a buscar nuevo fondeo en las próximas semanas.
Leonardo Chialva, desde DelphosInvestment, también consideró que el Bonar X es la mejor opción para atravesar este período de mayor turbulencia preelectoral, pero por otro motivo, que es la tasa de interés: «Los bonos aflojaron un poco en las últimas semanas y quedaron con un rendimiento cercano al 10%. Las opciones en pesos rinden cerca del 24% anual. Asumiendo una devaluación del 1% por mes, que es conservadora, el rendimiento en moneda dura ya no es tan atractivo».
El Bonar X es un título que se compra en pesos en el mercado local y paga dólares tanto en el vencimiento del cupón semestral de intereses como en el pago de capital al final. Muchos inversores, además, lo prefieren porque tiene más duración que el Boden 2015. Se supone que una vez que se pague el capital de este último en octubre, la reinversión de los dólares que se paguen irá a buscar el siguiente bono en la curva, que es justamente el Bonar X, que vence en 2017. Algo similar sucedió en su momento cuando venció el Boden 2012.
Existen varios motivos que llevan a brokers y analistas a manejarse de manera más cauta a partir de ahora, especialmente en lo relativo a inversiones en pesos:
• El Central sigue su política de bajas graduales de tasas, lo que da menos atractivo a colocaciones en moneda local.
• La proximidad de las elecciones generará una mayor dolarización de carteras, como sucede habitualmente en este período, más en este caso, en el que hay mucha incertidumbre sobre quién ganará.
• Quedar posicionados en bonos de mediano plazo en dólares que se pueden comprar bajo la par y con cupones del 7% o más es un negocio imposible de conseguir con títulos de otros países. La pelea con los holdouts impacta negativamente en las cotizaciones.
• La incertidumbre electoral provocará más volatilidad en activos argentinos y es probable que siga la toma de ganancias, por lo que se podría entrar a mejores precios, sobre todo en acciones. Por eso, sería preferible refugiarse mientras tanto en renta fija.
• La baja de tasas junto con la mayor emisión de pesos por parte del Central busca «lubricar» el mercado y que haya crédito más barato en los meses previos a las elecciones. El peligro es que se produzca un repunte de la inflación, que aún con el estancamiento de la economía se mantiene en niveles cercanos al 2% mensual. Si sube más la inflación, no sólo podría empezar a despegar el dólar, sino que además se vuelve menos atractivo quedarse en pesos.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=790425