El dólar oficial subió casi 1% en mayo, pero los precios más de 1,5% según quién lo mida. Además, las monedas de los principales socios comerciales del país perdieron terreno. El resultado fue que la Argentina se encareció en dólares en comparación con el resto del mundo. En abril ese proceso se había revertido momentáneamente, pero el cambio no duró mucho
La vuelta a la devaluación del real y otras monedas emergentes empeoró la competitividad cambiaria de la Argentina en mayo, tras la breve interrupción de sólo un mes de duración de abril. El «tipo de cambio real multilateral», que mide cuánto se abarata o encarece el país por la vía cambiaria, se apreció 3,4% en mayo y 9,6% acumulado en lo que va de 2015. Ayer, el tipo de cambio mayorista avanzó seis milésimas de peso hasta $ 9,007 y marca en lo que va del año una pauta de apreciación del 13,09%, frente a previsiones de inflación del orden del 27%.
La serie de tipo de cambio real multilateral que elabora la consultora Elypsis señaló que el peso se apreció 3,4% comparado con el mes pasado, 9,6% en lo que va del año y 24,4% en doce meses. En su último informe mensual el Estudio Broda hace un cálculo aún más negativo: el tipo de cambio real se aprecia 14,2% en lo que va del año y, a nivel histórico, «el peso no está tan apreciado como en la Tablita de Martínez de Hoz pero estás apreciado que el promedio de las gestión de Gelbard y que a fines de la convertibilidad».
A pesar de que el titular del Banco Central (BCRA), Alejandro Vanoli, mantiene al dólar en movimiento a través de microdevaluaciones, el ritmo al que avanza la moneda estadounidense es menor al que muestran los precios y eso hace que la Argentina se encarezca medida en dólares.
El proceso se interrumpió temporalmente en abril, no por un cambio en la política del BCRA, sino porque las devaluaciones de las monedas de los principales socios comerciales del país ?con el real brasileño a la cabeza? se tomaron un descanso como resultado de las dudas respecto al futuro de la política monetaria laxa en los Estados Unidos. Pero en mayo el dólar recuperó terreno frente a las divisas de emergentes y la Argentina volvió a encarecerse.
«La vuelta del superdólar fue lo que impulsó la apreciación real del peso. En mayo, y especialmente en la segunda mitad del mes, el dólar atravesó una fuerte presión alcista, reflejada en la depreciación de 5,4% mensual del real brasileño que cerró en 3,18. En la misma línea, las monedas de nuestros principales socios comerciales también se depreciaron frente al dólar: el peso chileno 1% mensual a 618, el euro 2,2% mensual a 0,91, mientras que el yuan se mantuvo prácticamente estable en 6,20», comentó el reporte de Elypsis. La consultora midió 13 meses consecutivos de apreciación cambiaria antes de la depreciación de abril, mayo volvió a la línea de esos trece meses.
La apreciación del tipo de cambio real encarece bienes y servicios locales en comparación con sus contrapartes de otros países y el resultado es que exportar se vuelve más difícil, al tiempo que importar se abarata.
«El tipo de cambio real mide costos. Si la inflación en 12 meses fue del 30% y el dólar subió 10% en ese plazos, el malbec mendocino se encareció 20% en las góndolas de Estados Unidos», ejemplificó Fausto Sportono de OJF & Asociados. «Al ser multilateral, además, mide los costos de los países con los que comerciás. Por lo que si en los mismos 12 meses en Francia la inflación es del 0,3% y el euro cae 10%, lo que te pasa es que el malbec se encareció 30% en un año frente al vino francés, y así es muy difícil vender», agregó.
Esto ya se ve en los números de comercio exterior. Por ejemplo en abril, según datos del Indec, el saldo comercial fue de u$s 252 millones, un 69% menos que en mismo mes del año pasado.