Los presidentes de ADEBA se iban a reunir hoy con el Superintendente de Entidades Financieras del Central pero la cita quedó cancelada a último momento
La reunión prevista para ayer en el Banco Central, con los préstamos subsidiados en el centro de la agenda, quedó cancelada a último momento. Pero los banqueros entienden que si bien se hará la concesión de permitirles colocar estos créditos pensados originalmente para Pymes entre individuos, el BCRA ordenará bajar aún más la tasa de la línea, que hoy se ubica en el orden del 19%.
Es que cuando se estipuló esta tasa, a fines del año pasado, la Badlar (rendimiento de plazos fijos de más de $ 1 millón) estaba en el 22,8%. Hoy, con una Badlar en el 19%, en la City financiera temen que la nueva tasa se ubique por debajo, en torno al 17%, ya que la estrategia de Alejandro Vanoli, el titular del BCRA, es ir reduciendo el costo del dinero.
«La reunión queda cancelada. No estoy acostumbrado a que me corran a través de los medios», dijo el Superintendente de Entidades Financieras del Banco Central, Germán Feldman.
Hacía referencia a la nota publicada ayer por El Cronista, que anticipaba el encuentro y la solicitud de los banqueros de poder dirigir parte de la línea subsidiada a préstamos personales.
Resulta que hoy las entidades no tienen suficiente demanda de empresas que califiquen. «Hay Pymes que necesitan maquinarias importadas, pero para qué van a pedir un crédito si después el BCRA no le da los dólares para pagarlas», revela el gerente de Producto de uno de los grandes bancos del sistema.
Si los bancos no cumplen con el cupo de la ?lip? (como llaman en la jerga a la línea de inversión productiva) son sancionadas. En el sector protestan de que ya tienen el 12% de su cartera en créditos subsidiados, ya que al cupo del 6,5% le suman el cupo del año pasado, que era del 5,5%. «Esto ya empieza a pegar en la rentabilidad del negocio, porque son márgenes que se reducen cada vez más», se sinceran en las mesas.
Otro de los puntos a tener en cuenta es la no actualización de la facturación de la Pymes, ya que la última fue llevada a cabo hace más de dos años, a fines de abril de 2013. Hoy no pueden superar una facturación de los $ 250 millones para el comercio, $ 183 millones para la industria y la minería, $ 84 millones para la construcción, $ 63 millones para los servicios y $ 54 millones para el sector agropecuario. Por este motivo, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) le acaba de pedir al Ministerio de Industria la actualización de estos valores, ya que muchas pymes dejaron de estar en este grupo por la inflación.
Si bien los bancos utilizan hoy la línea subsidiada como un ?premio? hacia sus mejores clientes, ellos no suelen tomarlos, porque son, justamente, los más líquidos y quienes no los necesitan. Quienes sí los requieren, en cambio, son las empresas más comprometidas financieramente, pero los banqueros miran con lupa el índice de morosidad y, para que no aumente, elevan el scoring crediticio. «Notamos que en las últimas semanas está incrementándose en gran medida la cantidad de concursos de acreedores en las economías regionales.
Prestamos mucha atención de que no se caiga una empresa grande y arrastre a sus proveedores, que puede provocar un corte de la cadena de pagos», dicen en una entidad.