• El emitido por el Gobierno de Scioli ya rinde menos del 10% en dólares.
• El de la ciudad de Buenos Aires a 2021, el 7,6%.
El reciente bono emitido por la provincia de Buenos Aires tocó ayer los u$s 100 de valor nominal, con lo que pasó a rendir por debajo del 10% anual en dólares. Se trata de la tasa más baja de los últimos años para un título de este distrito, que todavía el año pasado mantenía rendimientos superiores al 15%. La firmeza del título está en relación directa con la colocación de hace diez días y el canje que se cerró ayer. Entre ambas transacciones prácticamente despejaron el camino en relación con el importante vencimiento de octubre por u$s 1.050 millones. El interés por los títulos provinciales se refleja en otros papeles, por ejemplo, el bono que colocó la Ciudad de Buenos Aires a 2021. Se emitió a u$s 100 y cotiza a firme a u$s 105, lo que representa un rendimiento del 7,6%. Algo similar sucede con el resto de los bonos de las provincias como Mendoza, Neuquén y Salta, que se mantienen cerca de sus máximos históricos.
Esta situación contrasta con la mayor debilidad que presentan los títulos públicos nacionales, por ejemplo, el Bonar 24, que se mantiene por debajo de los u$s 99, con un rendimiento cercano del 9,3%. ¿Cuáles son los motivos que generan esta preferencia por los bonos provinciales? Éstas son algunas de las causas principales:
• La presión del juez Thomas Griesa, que falló a favor de los «me too», se hizo sentir en las últimas jornadas. No sólo por los problemas que genera para arreglar la deuda en default, sino también por la presión que podrían ejercer los buitres sobre futuros pagos del Bonar 24. De hecho, ya realizaron presentaciones en esa dirección ante el magistrado. Esto podría generar mayores problemas para que el Gobierno se endeude a través de nuevas colocaciones de este título.
• Al mismo tiempo, también circularon rumores de la intención de la Casa Rosada de colocar nuevos tramos del Bonar 24 para conseguir financiamiento fresco. En ese caso, el problema es que ya estaría aumentando significativamente la oferta de bonos argentinos en el mercado, lo que juega en contra del precio.
• El vencimiento de u$s 6.200 millones de Boden 2015 de octubre también es un tema que se mira con atención. Aunque el pago no correría peligro por tratarse de un bono bajo ley local, el esfuerzo para el Gobierno desde el punto de vista del uso de reservas será importante. Quedarían de hecho pocos dólares en el Central para quien asuma el 10 de diciembre.
• No hay certeza alguna de que la nueva administración busque solucionar rápido el tema de los fondos buitre. Es más, el mercado comenzó a descontar que la negociación será lenta y podría demandar mucho tiempo, por lo que el acceso al financiamiento internacional continuará siendo más bien limitado en 2016. Esto genera un efecto negativo sobre los títulos.
• La suba de la tasa de interés en Estados Unidos también provocó un efecto negativo sobre los bonos emergentes. La deuda argentina no sufrió tanto, pero detuvo la mejora que había tenido a principios de año.
• Por último, la incógnita relacionada con las próximas elecciones también frenó las decisiones de los inversores, que prefieren mantener una actitud de «wait and see».
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=794345