La gestión de Alejandro Vanoli al frente del Banco Central (BCRA) continúa con la política de emitir dinero para financiar el déficit fiscal, pero redujo el nivel de esterilización de pesos vía Lebacs. Esa mayor cantidad de pesos en el mercado elevó la base monetaria al 11% del PBI, según un informe de la consultora Nicolás Dujovne, el nivel al que llegó tras la instauración del cepo cambiario. Se trata de una cantidad de dinero superior a la que convalida el mercado históricamente, pero hoy forzado por el cepo.
El excedente de pesos en la calle eleva las expectativas de inflación y de devaluación, en aumento a medida que se acerca el cambio de gobierno, ya que tasas de interés reales positivas podrían elevar la demanda de dinero para llevarlo a depósitos a plazo o el tipo de cambio al nivel del contado con liquidación (CCL), reducir la búsqueda de refugio en el dólar, según concluye el economista.
Para Dujovne, Vanoli redujo el nivel de esterilización que realizaba su antecesor, Juan Carlos Fábrega, cuando la cantidad de dinero alcanzó el 10% del PBI (en 2014, cayó en términos reales). Pero no llega al extremo de la gestión de Mercedes Marcó del Pont, quien entre 2010 y 2013 «no retiraba pesos del mercado mediante Lebacs sino que esperaba pasivamente a que los pesos excedentes le quitasen reservas», a través de la demanda de divisas para pagar importaciones y gastos de turismo. Tras imponer el cepo cambiario, cuando los privados no podían escapar al dólar, la base alcanzó el 11% del PBI.
Se entiende que la cantidad de dinero en la calle es mayor a lo que históricamente se demanda, ya que durante los años 90, la base monetaria era equivalente al 6% del PBI; tras el fin de la convertibilidad, trepó a cerca del 10%, y entre 2008 y 2011, bajó al 8,5% del producto.
Hoy el BCRA está forzando nuevamente la emisión de dinero por encima de lo que pide el mercado, a un ritmo superior al 30%, por encima del nivel de precios. El exceso de pesos genera expectativas inflacionarias (28%, según la UTDT) y de devaluación (del 40% a un año, según los futuros que se negocian en el exterior).
«Si el próximo Gobierno intenta bajar la inflación, las tasas de interés pasarán a ser positivas en términos reales, lo que debería reducir en parte la demanda de efectivo en poder del público en relación al tamaño de la economía», dice el informe. Ya que la base monetaria en relación al PBI tendería a ser menor a la actual, «puesto que la mayor preferencia por depósitos generaría un aumento en los encajes de los bancos que difícilmente compense la caída en la demanda de efectivo», agrega.
En tanto, afirma que «si el próximo gobierno unificase el tipo de cambio en un nivel similar al del CCL ($ 11,86), la base se situaría en niveles pre-cepo, en donde se supone que la tenencia de pesos por parte del sector privado era voluntaria».