El dólar se despertó de un letargo ininterrumpido que había mantenido a lo largo de los primeros cinco meses del año, ayudado por las altas tasas de interés en pesos, la liquidación de la cosecha y las expectativas de un cambio de ciclo, y el Banco Central empezó a mostrar su preocupación. El organismo envió ayer una carta a los principales bancos del sistema financiero para exigirles que informaran las compras y ventas de bonos que realizaron desde el 1° de junio; y desplegó, otra vez, operativos con efectivos de seguridad en el microcentro para realizar inspecciones y amedrentar a los operadores del «blue».
Vanoli se mantiene ahora en estado de alerta. Desde hace unos pocos días, el mercado volvió a mirar de cerca el dólar y alimentó temores sobre el regreso de la inestabilidad cambiaria: subieron sostenidamente los bonos en moneda extranjera durante cinco ruedas consecutivas (un 3% en total y con buen volumen); se dispararon el contado con liquidación y el dólar «Bolsa», hasta rozar ambos los $ 12, y repuntó con fuerza el billete informal en las cuevas financieras, en 17 centavos sólo en los primeros dos días de esta semana.
En los bancos consideran que hay múltiples razones para temer que este repunte de la demanda de dólares sea sólo el principio de una dinámica más preocupante. El Central envió ayer un mail a las entidades financieras en el que les exigió que dieran información detallada sobre las compras y ventas de títulos que habían realizado desde el 1° de junio hasta la fecha. En el mercado descuentan que, además, el Gobierno se esforzará en pensar nuevas medidas para lograr que los inversores se mantengan en sus inversiones en pesos y eviten desplazarse hacia las divisas. Algunas de ellas, por ejemplo:
1- Salir a vender bonos en dólares en el mercado local desde los organismos oficiales para bajar el contado con liquidación. En las mesas de algunas entidades vieron muy activa a la ANSES el último viernes con grandes ofertas de títulos en moneda extranjera. Pero los ejecutivos creen que el ente de los jubilados tiene ahora poco «poder de fuego», dado que hoy tendría en cartera poca cantidad de Boden 2015 y de Bonar X (los dos títulos más usados por el mercado para hacer arbitrajes). Frente a esto, dicen, crece una especulación: la posibilidad de que el Tesoro decida ampliar las emisiones de Bonar X o Bonar 2024 para colocar en el organismo de manera que éste pueda realizar intervenciones en el mercado de capitales.
2- Alentar una suba de tasas de interés en el sistema financiero, tanto a través de un ajuste en los rendimientos de las letras del Banco Central (Lebac) como de un aumento en los encajes bancarios. El propósito: generar motivos o incentivos a las entidades y al público a quedarse en pesos. La solución tendría un efecto no deseado sobre la actividad, pero permitiría llegar a octubre sin turbulencias cambiarias.
3- Reducir, una vez más, la proporción de activos en dólares que pueden tener los bancos con relación a su patrimonio. Una medida de este tipo ampliaría la oferta de divisas y títulos en dólares en el mercado con el objetivo de abastecer la demanda. El ratio quedó en el 20% después de la última modificación, pero tuvo esa vez poca repercusión. El patrimonio total del sistema llega hoy a los $ 120.000 millones y una reducción del 10% de esa tenencia liberaría sólo $ 12.000 millones en el mercado; es decir, poco más de u$s 1.000 millones. En el sector creen que el efecto se disiparía en pocos días.
4- Una ampliación del tope de la exposición al sector público que pueden tener los bancos, para aumentar la «capacidad» que hoy tienen para suscribir nuevos títulos que emita el Gobierno. Una normativa en esta dirección permitiría lanzar un bono público a largo plazo, en pesos, para absorber efectivo de las entidades o una buena parte de la tenencia de las Lebac que hoy tienen en su poder. El rumor circuló semanas atrás en el mercado. Pero en el Ministerio de Economía negaron a este diario que existiera una iniciativa en este sentido y se ocuparon de indagar en el sector sobre los orígenes del trascendido. De todos modos, el Gobierno ya se embarcó de alguna manera en este proceso, aunque más prolijamente, con las colocaciones de Bonac en pesos que realiza cada quince días en el mercado: un título que los bancos pueden suscribir con liquidez que, a veces, el mismo Central inyecta previamente en el mercado con recompras de Lebac en el mercado secundario.
Como sea, todo parece apuntar hacia un mismo objetivo: evitar el riesgo ya conocido de que el dólar inicie, de a poco, un camino sin retorno.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=795145