Tsipras había pedido extender el actual rescate para articular un tercero sin la participación del Fondo y una reestructuración de deuda. Pero el Eurogrupo lo rechazó
Y finalmente sucedió: Grecia entró en default. De nada sirvieron los desesperados intentos ?in extremis? del primer ministro griego Alexis Tsipras para lograr que los acreedores le concedieran una prórroga para concretar el pago de los 1.500 millones de euros al FMI que expiraba a la medianoche, y negociar mientras tanto un tercer rescate y reestructuración de la deuda. Europa se plantó, le contestó con un «no» rotundo y dejó en claro que no se moverá un ápice de su posición hasta no ver los resultados del referéndum griego del domingo. Después de eso será otro cantar.
Varias horas antes, y en coincidencia con una manifestación a favor del «sí» en Atenas que convocó a unas 20.000 personas, Tsipras había hecho su última jugada a contrarreloj, al cursar un pedido para una extensión del rescate actual (pagarle la cuota al FMI en noviembre), y mientras tanto negociar un tercer salvataje de dos años por unos 30.000 millones de euros sin participación del FMI y, en paralelo, la reestructuración de sus obligaciones de deuda. Al Banco Central Europeo (BCE), en tanto, le pidió considerar un incremento en la asistencia de liquidez de emergencia para los bancos griegos.
Pero, tras una videoconferencia, el Eurogrupo lo rechazó. El default era inminente.
Esta vez, la voz cantante del rechazo la llevó la canciller alemana, Angela Merkel. «Alemania no negociará con Grecia una nueva ayuda antes del referéndum del domingo».
Europa especula con que, tanto si gana el sí como si se impone el no en ese referéndum, Grecia necesitará una nueva ayuda. Pero el resultado pondrá un marco a los condicionamientos. Un triunfo del «no» por amplio margen le permitirá a Grecia plantarse a un nuevo ajuste de la troika y apostar a un alivio financiero más expansivo, incluso fuera de la eurozona. Si el «sí» gana, entonces la troika quedará en posición de fortaleza para imponer condiciones de austeridad todavía más duras que las actuales en un tercer rescate.
En medio de este complicado escenario, la rebuscada pregunta del referéndum generaba polémica en Grecia.
El enunciado dice: «¿Debe ser aceptado el plan que fue propuesto por la Comisión Europea, el banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional en el Eurogrupo del 25-6-2015 y compuesta por dos partes que constituyen su propuesta unificada? El primer documento se titula ?Reformas para completar el programa en curso y más allá? y el segundo, ?Análisis preliminar de la sostenibilidad de la deuda?». Abajo el NO aparece como primera opción, seguido del SI.