El dólar se debilitó y el real se apreció, lo que mejoró la competitividad del peso al menos por un mes. Fue porque inversores se movieron hacia emergentes ante la floja economía estadounidense. En el año, la Argentina se encarece 9% frente a sus socios comerciales, ya que el dólar se aprecia a nivel global pero en el país avanza por detrás del nivel general de precios
El Banco Central (BCRA) gozó de la ayuda de la Reserva Federal de los Estados Unidos para que durante el mes de junio el atraso cambiario no se agravara. La indecisión de la autoridad monetaria estadounidense debilitó al dólar a nivel global durante el mes pasado y eso hizo que el real ganara terreno, mejorando la competitividad del peso argentino. En lo que va del año, sin embargo, el peso se aprecia 9% en comparación con las monedas de los países con los que la Argentina sostiene relaciones comerciales.
«En junio el tipo de cambio real multilateral se depreció punta a punta 0,5% comparado con el mes pasado. Sin embargo, la variación promedio en el mes registro una apreciación de 1.7%. Desde principios del año 2015, nuestro Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral Elypsis (TCRMe) registró una apreciación de 9,0%, mientras que en la comparación interanual la apreciación fue de 23,5%», dijo ayer un informe distribuido por la consultora Elypsis.
El tipo de cambio real multilateral es una herramienta para medir el valor de las monedas no sólo por la cifra nominal a la que se vende, sino también por su capacidad de compra.
Una forma de ver el tipo de cambio real es comparar el avance del dólar con la inflación. Cuando el dólar en el mercado cambiario avanza a un ritmo menor al que muestran los precios ?el mayorista gana 11,78% en el último año frente a una inflación que las consultoras privadas calculan hasta 27%? el peso se aprecia frente al dólar en términos reales.
El índice multilateral ?además del dólar, compara al peso y a la inflación local con las monedas de los países que comercian con la Argentina y sus propias dinámicas de precios. El resultado de este indicador es un buen termómetro de la competitividad comercial del tipo de cambio.
Desde que en enero del año pasado el BCRA que conducía Juan Carlos Fábrega intentó una suba del 23% del dólar, la divisa pasó a moverse a la mitad de la velocidad de la inflación. Es así que, tras la ventaja competitiva inicial, el peso no ha parado de apreciarse debido a una tasa de inflación que rozó el 40% iniciada por la propia disparada cambiaria.
El mes pasado el dólar subió 1,1% y los precios avanzaron entre 1,3% y 1,6% según el índice privado que se tome. A pesar de ello, el contexto externo hizo que al menos por un mes el peso no se apreciara.
El dólar se devaluó 2,4% en el mes y el real ganó 3,10% en el mismo período. Las flojas noticias económicas de los EE.UU. hicieron que la Fed no diera señales claras de una suba de tasas en el futuro inmediato, con lo cual los inversores salieron a buscar rendimientos en países emergentes, apreciando monedas como el real.
«Es apetito por el riesgo que, de complicarse mucho Grecia llevaría a un proceso inverso y una apreciación del dólar a nivel global, que nos afecta por estar prácticamente anclados al dólar», dijo Gabriel Zelpo de Elypsis.