Por controles de la nueva SIDE a corridas cambiarias, el blue subió 16 centavos a $ 13,59. Los fondos comunes de inversión se están dolarizando. Hay lista de espera por casi $ 200 millones de compañías de todo tipo, en especial automotrices.
Con autocensura. Así trabajan hoy en la Argentina las más grandes sociedades de bolsa: autorregulándose para que no se dispare el precio del contado con liqui (CCL), operatoria que permite hacerse de dólares en el exterior vía bonos. De todas formas, el gobierno también debió dar una mano: el ?agente 250? (BCRA) y la Anses vendieron más de $ 150 millones de Bonar X (dos veces su volumen promedio) para que la cotización no pase de los $ 13,30.
La rueda cambiaria ya había comenzado con presiones al conocerse la noticia de que la Agencia Federal de Inteligencia (la nueva SIDE) trabajará para evitar que bancos y financieras lleven a cabo acciones tendientes a la desestabilización mediante corridas bancarias, cambiarias y golpes de mercado. Estos mayores controles llevaron a una suba de 16 centavos en el blue hasta $ 13,59.
En la City ya pasó el efecto puré (comprar dólar ahorro y revenderlo en el informal), cuya oferta la barrieron los corretas. Ayer se tardaba 10 minutos en colocar u$s 25.000, cuando hace una semana se demoraba media hora. Esto da una idea de quién está comprando: los mayoristas. Igual, en la segunda quincena, cuando los corretas compriman completamente la oferta puretera, prevén que el informal llegue a $ 14.
Esto se da en un contexto en el que los fondos comunes de inversión se están dolarizando (dicen que se están llevando todo lo que sea verde), y los plazofijeros están migrando de depósitos en pesos a renta fija en dólares, donde Bonar X y Bonar 24 ponderan casi todo. En el caso del Boden 15, es más genuino el giro al exterior.
“El gobierno interviene en el mercado queriendo manejar los precios, poniéndose en las pantallas a vender. Todas las operaciones las postergamos por miedo al escrache: aunque no paramos de operar, lo hacemos despacio”, se sincera uno de los big players.
Hay listas de espera de multinacionales para girar divisas a sus casas matrices por casi $ 200 millones: es para pagar deuda financiera, en especial varias automotrices que, si entran al mercado, dicen que la mano se pondrá caliente, como en agosto-septiembre de 2014. No creen que sea inmediato, pero ya algunas se animan a demandar: es el dato estructural más importante del mercado.
Cada broker administra 10% del cupo total entre todos los clientes, ya que los controles son cada vez más estrictos. Por las dudas, bajan la exposición de operaciones para no quedar pegados ante la suba. La clientela patalea un poco, pero no afecta tanto: “El tema es operar y no quedar escrachados, porque a la primera que hacés te matan y a los clientes se les dice la verdad, informándolos correctamente sobre lo que pasa”, confiesa uno de los agentes bursátiles top.
A menudo, al hacer una operación importante de bonos en dólares, reciben el telefonazo del BCRA preguntando por qué lo hacen, aunque, por las dudas, en el Central se apuran en aclararles que no se trata de ningún tipo de apriete, sino de un simple monitoreo de mercado. Ante este escenario, están todos autorregulándose con la clientela para giros al exterior: “La clientela grande parece entenderlo”, aseguran.
Récord de dólar ahorro
En las primeras cinco jornadas de julio, se vendieron u$s 300 millones en dólar ahorro, lo que representa 53% más de los u$s 196 millones de las cinco primeras ruedas de junio. La bicicleta financiera del puré se ha convertido en el nuevo deporte de moda.
¿Por qué se denomina puré? El mito urbano habla de los ?80, cuando en los almuerzos de la City estaba un viejo Tano operador fanático del puré en la antigua sibarita, y mientras almorzaba recibía a clientes comprando los dólares subsidiados de Alfonsín. Cuando consultaban dónde estaba El Tano, decían: “Ahí, haciendo puré”. Otra de las explicaciones del nombre puré es porque, cuando se hace arbitraje de comprar algo fácil, barato y que se sabe que se va a ganar, le dicen: “Es una papa esto”. Por lo tanto, se hace puré al revenderlo y ganar sin riesgo.