Para compensar el atraso cambiario que acumula la economía argentina desde hace al menos cuatro años -cuando el Gobierno fue obligado a frenar con el «cepo» la fuga de capitales-, el próximo presidente podría verse forzado a apurar el dólar a un ritmo inédito del 37% anual durante los primeros meses de gestión, que superaría entre cuatro y siete veces el ajuste que en el mismo tiempo harían otros países de la región.
Los pronósticos surgen del Rofex, el mercado local de futuros en el que interviene diariamente el Banco Central para fijar certidumbre sobre su política cambiaria y evitar que se disparen las expectativas de devaluación. De acuerdo con los precios actuales, los inversores presumen que el dólar tomará velocidad una vez que pasen las elecciones; y especialmente cuando asuma el nuevo Gobierno. Desde hoy hasta octubre, cuando se realicen los comicios presidenciales, el tipo de cambio avanzará a un ritmo del 16% anual. A partir de entonces, y hasta fin de año, lo hará al 27,4% (siempre anualizado). Y en la primera mitad de 2016 acelerará su ritmo al 37% (ver infografía). Con esto, el dólar podría ubicarse en los $ 11,65 a fin de junio de ese año (o $ 13,07, según los contratos que se negocian en Nueva York).
Si se toman en cuenta, además, los muy pocos contratos que hay pactados a diciembre de 2016, la suba se «moderará a partir de entonces al 31% y la divisa terminará el primer año de gestión en los $ 13,35.
Los precios del Rofex actúan desde hace un tiempo como buenos «predictores» del tipo de cambio porque, en un contexto en el que rige el cepo cambiario, el Central puede mostrar todavía cierto poder de fuego en las dos plazas: mantiene una paridad estable sobre la divisa en el mercado al contado, aun a costa de «malvender» reservas; y establece valores para cada mes en los futuros con fuertes ventas de derivados en cada posición. Para evitar que se disparen las expectativas de devaluación, el Central ofrece contratos de dólares a empresas que hoy quieren comprar divisas por temor a que se encarezcan cuando deban hacer una importación o pagar una deuda. Como no pueden hacerlo en el mercado cambiario, donde el único vendedor a $ 9,16 es el Gobierno, el organismo de Vanoli les ofrece suscribir un contrato en pesos a un valor levemente más bajo que el que ellas prevén, que les asegura ser compensadas en caso de que el tipo de cambio se dispare.
«Los precios de estos contratos siguen la curva de tasas de interés, que es razonable que tenga una pendiente positiva. De acuerdo con los valores actuales de los futuros, hoy llevar dólares oficiales a doce meses cuesta un 28%. Esto es lo que se espera que suceda con el tipo de cambio en ese plazo», comentó a este diario el economista Javier Marcus.
El ajuste cambiario es notablemente mayor al que deberán hacer otros países vecinos, según las presunciones de los analistas que en junio último fueron consultados por sus bancos centrales. En Uruguay, por ejemplo, los economistas estimaron una suba del 8,6% para el año próximo (a tono con la inflación esperada); y en Brasil, en cambio, un avance del 5,6% anual (de 3,22 a 3,40 reales por dólar).
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=799309