El juez neoyorquino Thomas Griesa dio lugar a la demanda de los fondos buitres, que ahora podrán ampliar sus reclamos para que el Bonar 24 sea alcanzado por la cláusula pari passu y por lo tanto sean bloqueados sus pagos por el magistrado para intentar hacer cumplir el fallo original de diciembre de 2012, bajo la cláusula pari passu. En un fallo corto y sin precisiones, Griesa lo único que dejó explicitado es que permitirá a los holdouts a ampliar sus argumentos de queja contra el Bonar 24, al que consideran parte de la deuda externa, algo que fue negado por el Gobierno nacional y que es el debate jurídico de fondo. Desde el Ministerio de Economía afirman que aún se trata solamente de una “formalidad” y que aún resta un proceso largo.
Griesa expresó que “la corte otorga las propuestas para modificar y complementar sus quejas”, lo que se interpretó como una respuesta clara al pedido del fondo Aurelius, quien también argumentó que el Bonar 24 es deuda externa argentina y pasible de embargo. Pero como el fallo de Griesa fue impreciso y no habló específicamente de ningún bono, los buitres podrán (como ya lo habían hecho anteriormente) referirse a todos los bonos que consideren como deuda externa. El cruce argumental consta de varios puntos fundamentales. Los buitres consideran que la emisión de abril del Bonar 24 (por 1.400 millones de dólares) son parte de la deuda externa porque participaron bancos internacionales y porque en un 90% fue comprado por inversores externos. El Gobierno nacional, en tanto, insistirá en que no se trata de deuda externa sino interna, ya que el bono se rige por la ley local, se ofreció en Argentina y se pagará en el país.
Desde el Ministerio de Economía afirmaron a BAE Negocios que el fallo de Griesa “es un paso formal, que no implica que se van a bloquear los pagos, sino que es un proceso que va a ser largo y en el que debería primar la posición argentina ya que se trata de deuda doméstica que nada tiene que ver con la clausula pari passu”.
El fallo de Griesa se produce una semana después de que el Deutsche Bank acusó a NML, Aurelius y Olifant, de mentirle al magistrado, violar la confidencialidad de documentos y querer castigar a los bancos que han asistieron al Gobierno en la colocación del Bonar 24. Ayer, además, el titular de NML Paul Singer había presionado públicamente para lograr un pago en bonos sin quita y negociar con el próximo gobierno. “En este tema, una deuda válida, contamos con pari passu y debe regir la ley”, enfatizó.