El Banco Central hizo circulares notas con pedido de información a los auditores y gerentes de Sistemas de todos los bancos, financieras y casas de cambio. Deben hacer un relevamiento en tiempo récord de 30 días para que el regulador tenga un inventario súper completo de todos los sistemas tecnológicos y de auditoría de cada entidad.
Quieren tener un control absoluto del ámbito tecnológico de las entidades, vinculados a los procesos más trascendentales, como el de las transferencias al exterior, que pueden terminar en una posible fuga de divisas. «Barrieron con todo el sistema, incluidas agencias que no hacen transferencias», revelan en el ambiente.
El ente supervisor exigió tener un inventario de todos los temas tecnológicos: alcance, espacio físico y tener conocimiento absoluto de los servidores de sistemas: dónde están ubicados, cómo operan, bajo qué sistema y hasta quiénes lo operan. No quieren que queden huecos o vacíos.
En tanto, la Comisión Nacional de Valores solicitó a todos los agentes de bolsa que completen en la autopista de información financiera la ficha general del administrado requerida, que además deben mantenerla actualizada siempre.
La CNV dio 48 horas para subir las fichas de todos los directores titulares, suplentes y síndicos: debían poner hasta el nombre y DNI de sus hijos y de sus padres.
Nuevas multas del BCRA
Este mes, el Banco Central salió con las tapones de punta con nuevas multas, que llevan la firma del superintendente de Entidades Financieras, el kicillofista Germán Feldman. La más significativa fue a la casa de cambio Transcambio por $ 7 millones. También sancionó a Eves Casa de Turismo por $ 2,15 millones, a Rombo Compañía Financiera en $ 1,9 millón, al Banco Cetelem en $ 640.000, a Construcom en $ 600.000, y a Percy en $ 240.000.
De este modo, desde octubre del año pasado, cuando comenzó la gestión Vanoli, el poder de policía financiero del Banco Central no se detiene: ya puso multas por $ 515 millones. Las inspecciones paralizaron a muchos de los jugadores que tenían una doble ventanilla en sus financieras: una formal y otra informal. Ahora, prefirieron retirarse del mercado paralelo antes que tener problemas con el regulador.
Según revelan en el sector, había financieras que tenían cajas de seguridad en negro: «Así era hasta que en 2013 el Banco Central comenzó a darse cuenta que algunas casas de cambio ofrecían el tema sin regulación y se pudrió todo. Las cuevas en algún lugar tienen que depositar la plata para poder trabajarla. Y esos dólares no los pueden estar llevando y trayendo a la caja de un banco todos los días. Desde 2014 ayuda mucho el tercerizado de cofres de seguridad, que además operan mucho mejor que las financieras, porque cierran más tarde, lo cual permite trabajar mejor el tema cambiario», admiten las fuentes, en estricto off.