En el mercado estiman una venta oficial de $ 300 millones de Bonar X y Bonar 24 para que el blue descienda a $ 14,70. Hay mayor “pureteo” de ahorristas para pagar las tarjetas
Gracias a la intervención de la ANSeS, el blue cayó 15 centavos a $ 14,70, y quedó en baja, a $ 14,65 en el postcierre para hoy. Así, el ente previsional, con su Fondo de Garantía de Sustentabilidad aportado por los jubilados, salió desde la mañana a vender alrededor de $ 300 millones de su cartera de bonos en dólares (los Bonares 17 y 24) para provocar una caída en el dólar liqui (CCL) a $ 13,50 y así frenar al billete informal.
“Si te ponés en la pantalla y te operan quedás escrachado, porque todo se opera por pantalla: ahí se sabe quién vende y quién compra, y nadie se quiere exponer por temor a represalias”, confiesan en una de las sociedades de bolsa que más opera CCL.
A los agentes se les hace difícil seguir al gobierno en la rueda porque operan con intermediarios privados. Pero en una de las grandes mesas vendieron bonos en dólares para comprar Bonac casi compulsivamente, ya que desde el gobierno están sugiriendo a algunos mayoristas a suscribir el Bonac.
En rigor, el grueso de la venta de estos días de ANSeS es un enroque de dos mesas grandes, que venden por orden del organismo, y se pasan de dolarizados al Bonac. Por eso ampliaron la emisión, aunque en la City la califican como una venta “trucha” de bonos, esto es, no genuina.
Como la ANSeS está desarmando posiciones propias para irse a Bonac, esto obliga a los brokers a “reventar” posiciones de cartera propia para migrar a Bonac, aunque los traders le sugirieron prudencia. Además, algunos agentes volvieron a ponerle un freno a la compra de dolarizados, especialmente Boden 15.
Los $ 300 millones de la intervención de ayer (que suman $ 500 millones en los últimos dos días) vendiendo bonos en dólares representa el 70% de lo negociado en Bonar 17 y 24. Encima en Boden no hay venta, mientras hay 18 millones de nominales que se han postergado ante la falta de oferta. Si bien están abasteciendo a los fondos comunes de inversión, el problema es el contado con liqui: ahí los $ 300 millones postergados en lista de espera no bajan.
En Boden ayer el volumen fue prácticamente nulo comparado a los Bonares, y es el bono para las multinacionales que deben girar dólares a sus matrices para pagar deudas financieras, ya que el Banco Central no les da todos los dólares necesarios poder importar. Y sin esas piezas importadas no pueden producir, porque el 80% de los insumos importados se utilizan para la producción.
“Pureteo” para la tarjeta
En la rueda cambiaria de ayer se notó un mayor “pureteo”, lo que ayudó a los pitufos (cueveros) a vender y encalzar a buenos precios: el bille llegó a bajar hasta $ 14,60, un precio por debajo de los $ 15,28 del valor teórico del dólar, también llamado dólar cobertura, que es la ecuación que hacen en la City entre el circulante y las reservas.
Los corretas (mayoristas del blue) estiman que el 80% de los compradores de dólar ahorro lo revende: algunos van directo del banco a la cueva y los que tienen mayor poder adquisitivo esperan hasta último momento, para cuando necesitan esos pesos para pagar las tarjetas, pero la mayoría los liquida en el mismo mes.
Algunos, al ser clientes vip de bancos de primer nivel, hasta toman descubiertos con tasas bajas para poder adquirir las divisas autorizadas por la AFIP.
En las mesas notan menos demanda apurada por comprar “bille”, y los vendedores fueron todos por montos menores a u$s 50.000: “Los mayoristas están dolarizados, lo que no genera amontonamiento en la demanda. Quienes están no son minoristas pagando cualquier precio, saben operar y se ve”, describen las fuentes.