Analistas creen que debería subir la tasa de las Lebac; no descartan subas adicionales en los plazos fijos. Porque sigue la emisión para el fisco y la escasez de divisas
Luego de que el blue quebrara la barrera de los $ 15 y tras una semana en que el Estado vendiera títulos para contener el «contado con liquidación», el Banco Central (BCRA) anunció que desde hoy suben las tasas reguladas que pagan los plazos fijos en pesos, con el objetivo de contener la huida hacia el dólar.
Sin embargo, la medida para fomentar el ahorro en pesos es considerada insuficiente, no sólo por ser un paso menor, sino por aplicarse en el seno de un fuerte déficit fiscal y menor ingreso de divisas comerciales.
«(El gobierno) Tendría que haber subido la tasa de las Lebacs. Subió la tasa regulada mínima que deben pagar los bancos por los plazos fijos. Repartió plata del spread bancario. No le hace cosquillas al paralelo», explicó Roberto Frenkel, investigador del Cedes, a El Cronista. Las letras que emite el BCRA son compradas por inversores institucionales. La tasa que pagan (26,08% a 98 días), hasta esta última tensión cambiaria, era superior a la devaluación esperada. Al quedarse detrás de la expectativa de un salto cambiario, esos inversores buscaron captar la brecha cambiaria.
La mayor demanda por dolarizarse elevó las cotizaciones paralelas del dólar.
Un informe del Banco Ciudad coincidió en que la suba de tasas «va en la dirección correcta, pero que posiblemente no sea suficiente para contener el proceso de dolarización de carteras».
«Con más pesos en circulación, menos dólares en las arcas del Banco Central, y la clásica incertidumbre pre-electoral, la tensión cambiaria continuará vigente en los próximos meses, escenario que podría interrumpir la incipiente recuperación económica registrada hasta ahora», agregó.
Ello sucede porque «la avalancha de pesos para asistir al fisco prevista para los próximos meses se conjugaría con la cercanía del período de menor ingreso de divisas del campo y con otro hecho de particular relevancia, como el pago del Boden 2015 por u$s 6.300 millones de octubre, todos ellos elementos que alientan la búsqueda de cobertura cambiaria», explicó.
El BCRA elevó 1 punto porcentual las tasas de interés para los depósitos a plazo minoristas, al llevarla de 22,6% a 23,58% para el plazo de 30 días. Este incremento se aplica también a los depósitos de personas jurídicas. En tanto, al ampliar el tope máximo del depósito a $1 millón, la suba en las tasas es de unos 2 puntos porcentuales.
Un análisis de Raymond James Latin America coincidió en que, desde una perspectiva cambiaria, «la medida no parece ser lo suficientemente fuerte» y no descartó «aumentos adicionales si la volatilidad en el mercado cambiario continúa».
En tanto, dado que la suba de tasas se pagará con la rentabilidad de los bancos, el broker consideró que el efecto es negativa, pero marginal: «Los bancos con una mayor proporción de depósitos minoristas vis a vis de depósitos institucionales deberían estar ligeramente más expuestos a los aumentos en las tasas». Y recordó que el impacto de medidas anteriores -topes de tasas en los créditos y pisos en los plazos fijos minoristas- fue amortiguado por el alto nivel de depósitos que no devenga intereses, cerca de la mitad del total.