• El plan oficial es hacer caer el contado con liquidación con una mayor oferta de títulos en moneda extranjera
El Gobierno prefiere evitar quedarse sin recursos para tener el dólar bajo control y pide ahora ayuda al mercado para acentuar un efecto cambiario que todavía no lo conforma. Ayer al mediodía, las mesas de dinero de las principales compañías de seguros del país recibieron llamados de distintos funcionarios de la Superintendencia del sector, con el pedido de que salieran a desarmar posiciones en moneda extranjera y ampliaran, de este modo, la oferta de bonos en la Bolsa.
El objetivo oficial es hacer caer los precios de los títulos en dólares para llevar hacia abajo, a la vez, el precio del contado con liquidación. Este tipo de cambio, que está implícito en operaciones de compraventa de bonos, es un indicador de dolarización y sirve de referencia para el «blue».
Los llamados se dispersaron alrededor de las 13 sobre todas las empresas del sector y provocaron una caída en los precios de los bonos desde entonces y hasta las 15. Los empleados les advirtieron a los ejecutivos que se habían excedido con las compras de bonos en dólares y que superaban la posición que se les permite en sus balances. En las aseguradoras adivinaron una apuesta de fondo: provocar una baja del «contado con liqui», que persuadiera a los inversores para salir a vender divisas en el mercado informal y que ayudara, de este modo, a descomprimir la presión sobre el «blue».
Motivos oficiales para preocuparse no faltan: el «blue» volvió a mostrar ayer señales de vida en el microcentro, al repuntar de $ 14,50 a $ 14,65, a pesar de la suba de tasas de interés que dispuso Alejandro Vanoli para los plazos bancarios; y el contado con liquidación frenó su caída arriba de los $ 13, incluso después de las fuertes ventas de bonos que días atrás hicieron la ANSES y el Banco Central.
No es la primera vez que el Ministerio de Economía se esfuerza en influir en los indicadores bursátiles con una mayor presión sobre las compañías de seguros. Lo hizo ya en octubre pasado y recibió como respuesta, en aquella oportunidad, una venta simbólica de títulos públicos que alcanzó a frenar momentáneamente al dólar paralelo. Ahora, sin embargo, se espera que la reticencia sea mayor. Atentas al contexto cambiario, y a las expectativas de una devaluación en el próximo Gobierno, las aseguradoras aumentaron en $ 23.400 millones su tenencia de bonos desde mitad del año pasado hasta marzo último (tanto en pesos como en dólares). La participación de éstos sobre el total de sus inversiones se disparó del 33% al 42%.
En el sector asegurador suelen recibir estas presiones oficiales con cierto temor. Una baja en la posición en dólares, dicen, los deja más expuestos a las deudas que hoy tienen con sus clientes y otras compañías. Según los balances presentados ante la superintendencia, los compromisos totales, tanto en dólares como en pesos, pasaron de $ 70.000 millones a $ 100.000 millones en sólo doce meses. A esto se le suma un efecto contable difícil de subsanar: cada vez que venden bonos que están valuados a precios de mercado (en sintonía con un dólar a $ 13), reciben a cambio pesos o divisas que deben registrarse en el balance al tipo de cambio oficial.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=800918