Dicen que el secreto para mantenerse siempre vigente no es la velocidad sino la resistencia. ¿Lo sabrá Alejandro Vanoli, el titular del BCRA? Y es que en el mes donde la cotización del dólar blue adoptó un vertiginoso ritmo, el dólar oficial reaccionó paradójicamente bajando su velocidad de devaluación.
En rigor, julio cierra con una depreciación oficial para el peso de 1,04% en el mes hasta los $ 9,195 por dólar. La cifra, que puede contrastarse a una suba de la inflación que supera el 2% para este mes según las consultoras privadas, implica entonces una revaluación real de la moneda local contra el dólar. De todas formas, en la comparación nominal se reduce el ritmo de depreciación, ya que en junio había sido de 1,33%.
En el año, la devaluación nominal roza el 7%. En cambio, para el dólar blue, las cosas fueron distintas: en el séptimo mes del año y motorizado por la inercia inflacionaria pero, sobre todo, por la tensión electoral, escaló 11% y cerró en $ 14,95 a un valor similar al que registraba a divisa cuando el expresidente del Banco Central Juan Carlos Fábrega presentó su renuncia.
Con Vanoli al frente del BCRA, la cotización del billete registró una tendencia bajista pero desde hace dos meses eso se transformó en historia, si bien los $ 14,95 todavía están lejos del máximo valor registrado el septiembre de 2014 a $ 15,95. La venta de bonos en la bolsa porteña y la suba de tasas son algunas de las herramientas que han utilizado en el Gobierno para controlarlo.
Pero en la tierra del dólar oficial, y en medio de la vorágine, ?contagiar? lentitud en materia cambiaria tiene sus costos. En la última semana el Banco Central (BCRA) tuvo que vender divisas de sus propias arcas en los cinco días ante la menor disponibilidad de divisas de exportadores en la rueda cambiaria mayorista ahora que ya salió del país el grueso de la cosecha. Si bien voceros de la entidad conducida por Alejandro Vanoli admitieron que esas pérdidas sumaron u$s 185 millones en la semana, mesas privadas calcularon que fueron u$s 300 millones o más.
En la City sostienen que el BCRA ha decidido aplacar su ritmo devaluatorio como una forma de ?serenar? los ánimos en la plaza del dólar paralelo. A la vez, anticipan que, de confirmarse una suba en la tasa de inflación de julio, ese dato reforzaría la idea de un BCRA dispuesto a sacrificar más reservas y mantener las tasas de interés elevadas a los fines de no sumar mayor presión a los precios de la economía. En rigor, los analistas de mercado apuntan que la autoridad monetaria incluso está sacrificando dólares de sus reservas ?ya ha incorporado más de u$s 8000 millones del swap con China? con la finalidad de sostener un flujo de ingreso de importaciones que apuntale la frágil recuperación económica que opera por estos días.
A la vez, julio cierra con u$s 680 millones de venta de dólar ahorro, una cifra récord desde que se creó esta modalidad, tras la fuerte devaluación de enero de 2014. En los siete primeros meses del año se vendieron u$s 3.536 millones lo que equivale a más del 10% de las reservas internacionales del Banco Central que rozan los u$s 34.000 millones. En rigor, la corrida pre-electoral disparó 30% las ventas de dólar ahorro en julio.