El titular del BCRA negó que vaya a devaluar tras las PASO y los contratos futuros lo avalan, al menos hasta octubre. El dólar avanza 4 milésimas por día y se atrasa frente al real
El dólar mayorista subió cuatro milésimas ayer y cerró a $ 9,209, una microdevaluación que el Banco Central (BCRA) ha mantenido sin cambios a pesar de las presiones que le generan la creciente demanda de divisas para ahorro, la suba del dólar paralelo y la competencia que genera la devaluación del real que lo llevó a 3,53 por dólar ayer. El titular de la entidad, Alejandro Vanoli, aseguró además ayer que esa política de mantener planchado al tipo de cambio oficial se va a mantener después de las elecciones primarias de este domingo.
Vanoli respondió ayer a afirmaciones de economistas que acompañan al precandidato a presidente por UNA, Sergio Massa, que señalaban la inminencia de una devaluación luego de las primarias abiertas simultáneas y obligatorias de este domingo. «Es un disparate decir que vamos a devaluar después del 9 de agosto, como dijo Massa. Eso es producto de una mala intención. Massa expresa el deseo de unos sectores que quieren que se devalúe», dijo ayer el titular del BCRA.
Las expectativas de devaluación que reflejan los mercados no parecen predecir un salto inmediato del dólar tras las primarias. En el mercado de futuros los contratos muestran tasas implícitas de suba del dólar de hasta 19,82% en los plazos que llegan hasta diciembre, y empiezan a subir hasta llegar al 28,49% en junio próximo. Sin embargo el mercado de futuros local está intervenido por ofertas del BCRA que planchan la curva en los plazos más cortos.
Los futuros de pesos contra dólares que se operan en Wall Street, mientras tanto, están lejos del alcance de la intervención del BCRA. Los precios de estos non deliverable forwards (o NDF, como se los conoce) muestran un quiebre de expectativas a partir de octubre: la tasa implícita de devaluación anual en ese contrato está en el 19,19%, mientras que la del contrato siguiente está en 31,13%. El principal defecto de los NDF, sin embargo, es que son muy poco operados más allá de los tres meses de plazo.
Ambos mercados de futuro juntos, el local intervenido y el externo poco operado, permiten sin embargo calcular que el mercado sería el principal sorprendido si existe una devaluación antes de las elecciones generales de octubre, e incluso antes del año próximo.
Mientras el jefe de la entidad defendía este argumento la mesa de operaciones del BCRA mantenía firme el rumbo que mantiene al dólar en una velocidad que equivale a menos de la mitad de la de los precios. Pero aunque el mercado no prevea una devaluación inmediata eso no quiere decir que el Gobierno no esté pagando costos.
En los últimos doce meses el dólar oficial ganó 11,44% frente al 27,9% interanual que avanzó el índice de precios al consumidor que mide el Congreso a junio pasado. Es decir que, en términos reales, el dólar se abarató en comparación con el nivel general de precios.
Este atraso cambiario que encareció al peso en términos relativos se agrava por el movimiento inverso del real. La moneda del principal socio comercial de la Argentina se devaluó 25% en lo que va del año y 35% en los últimos doce meses.
El tipo de cambio real multilateral que elabora la consultora Elypsis ?una medida de competitividad cambiaria que compara la evolución del peso con otras monedas en base a su poder de compra? muestra que la herencia para el Gobierno que asuma en diciembre será difícil. El peso se apreció 6,1% en julio y 26,6% en el último año en comparación con las monedas de los países que comercian con la Argentina.