El camino devaluatorio que retomó China después de diez años reavivó al “superdólar” ya que la moneda estadounidense ahora se hizo más fuerte frente a una de las pocas monedas, a excepción de la libra, que faltaba depreciarse. Si bien aún no prendió la alarma de la Reserva Federal estadounidense a un mes de la próxima reunión de directorio, en el mercado sobrevuela la idea de que si la devaluación del yuan se profundiza en las próximas semanas la suba de tasas de interés de la Fed podría retrasarse.
El descongelamiento de la moneda china, que acumuló 4,5% de caída en las últimas tres ruedas, fue tomada por cautela por el Gobierno estadounidense aunque las principales plazas financieras mostraron su temor a la guerra de monedas, para intentar proteger su competitividad.
Algunos analistas del mercado comenzaron a revisar su postura sobre en qué momento debería la Fed dejar despegar la tasa de interés. Goldman Sachs, por ejemplo, ya alcanzó a decir que “diciembre será el mes apropiado” para que Janet Yellen determine el encarecimiento del dólar. Merrill Lynch, en tanto, afirmó que la devaluación china “ralentizará” el ritmo de suba de tasas. Para otros, la decisión de Xi Jinping no necesariamente retrase la medida a no ser que la depreciación del yuan se profundice aún más. “El mercado ya está preparado hace tiempo para un escenario de suba de tasas. A esta altura los inversores ya no se preguntan cuándo va a decidirlo la Fed sino más bien qué viene después y a qué ritmo”, afirmó a BAE Negocios Arturo Porzecanski, profesor de economía del American University en Washington y especialista en finanzas internacionales.
Para la Fed, no obstante, los datos sobre la recuperación económica estadounidense seguirían siendo la única variable para descongelar la tasa. Ayer el presidente de la Reserva Federal de Nueva York William Dudley, por ejemplo, dijo que la suba se producirá “en el futuro próximo” y que la caída del yuan y evaluó que “no parece una decisión inapropiada” considerando la desaceleración de la economía del gigante asiático.
“En principio no creo que una devaluación como la que tuvo lugar hasta ahora afecte a la decisión de la Fed. Conociendo que históricamente China no ha sido un devaluador serial, el impacto que tendría en los mercados debería ser menor en comparación a la sobrerreacción actual”, analizó ante este diario el economista Luis Palma Cané.
El dólar, si bien sale fortalecido de la devaluación china, ayer perdió frente a las principales monedas del mundo. La expectativa de los inversores sobre la decisión de la Fed reforzó el posicionamiento en bonos del Tesoro de los Estados Unidos, lo que hizo retroceder al billete norteamericano.