La cifra equivale a la cuarta parte de las reservas, que descenderían a menos de u$s 25.600 millones en caso de saldarse. Habrá más presiones para importar por las devaluaciones que ocurren en los principales proveedores de importaciones de Argentina, como Brasil y China, que representan el 40% del total. En el Banco Central adelantan que se está avanzando en un esquema de sustitución de importaciones
Si bien el BCRA asegura que las reservas son u$s 33.647 millones, habría que restarle u$s 8106 millones de deuda acumulada por los importadores argentinos con sus proveedores externos, según informa la Cámara de Importadores (CIRA).
«Durante los primeros 6 meses del año se informaron importaciones realizadas por u$s 28.978 millones, mientras que los pagos registrados fueron por u$s 25.711 millones. Esta divergencia entre embarques y pagos generó un incremento del stock de deuda por importaciones ya ingresadas al país, que suma u$s 8.106 millones, unos u$s 1.232 millones más que el acumulado al primer trimestre del año y casi u$s 3.200 millones más que a fines de 2014. En los próximos trimestres, con mayor escasez en los ingresos del frente cambiario, la situación se puede agravar», advierte CIRA.
Fuentes del BCRA niegan esta situación: «No hay una deuda por importaciones como muchos dicen. Hay un esquema de administración del abastecimiento de divisas para importadores que se cumple regularmente y que atiende las necesidades de los sectores que demandan divisas para importar. Desde octubre hasta julio último se duplicó el abastecimiento de divisas en la gran mayoría de los sectores, entre ellos las automotrices, las fueguinas y otros sectores habitualmente demandantes, cifra que en julio último se incrementó cerca del 30%, lo que representó más de u$s 250 millones adicionales por mes». En el Central señalan que «se está avanzando en un esquema de sustitución de importaciones, en un contexto internacional de caída del comercio y de guerra de monedas, de modo de afianzar la estrategia de desarrollo».
Marcelo Elizondo, de la consultora DNI, explica que a los importadores les conceden las DJAI, firman el contrato, compran, y después no pueden pagar porque no les conceden los dólares. A eso llaman deuda los propios importadores: la DJAI es concedida y los dólares después no. Hay que considerar que esto disuade a muchos importadores y por eso, además de esta deuda, hay operaciones que no se concretan». Elizondo prevé que habrá más presiones para importar por las devaluaciones que ocurren en los principales proveedores de importaciones de Argentina (Brasil y China representa el 40% del total), que al devaluar reducen el precio de los productos que venden en nuestro país.
También es cierto que algunos importadores se cansaron de esperar y recurren al contado con liqui (deben afrontar un dólar de $ 13,50), lo que también ayuda a bajar la deuda. «El grueso del volumen de los bonos en Bolsa está relacionado con giros al exterior. Por día en el Boden en potencia podríamos tener u$s 6 millones en giros desde mayo pasado, lo que da entre u$s 350 y u$s 380 millones en giros al exterior usando CCL entre quienes registraron operaciones con nombre propio y quienes tercerizaron. Si se le suma las empresas que giran por Panamá, Luxemburgo o algún paraíso fiscal, hay u$s 300 millones extras», estiman en la City.