El principal socio comercial sumó su segundo trimestre consecutivo de caída económica y continuará en rojo el año próximo. Freno chino provoca bajas en commodities
Brasil entró ayer en recesión técnica al sumar dos trimestres seguidos de contracción económica y pronostica más números rojos para el año entrante, mientras la actividad de China desacelera y golpea a todos los commodities. El combo trae viento de frente para el próximo gobierno, con las exportaciones en baja y el precio de la soja en su valor mínimo desde 2009.
El Banco Central de Brasil informó ayer que la economía del principal socio comercial argentino se contrajo 1,89% en el segundo trimestre. La «recesión técnica» (dos trimestres consecutivos de destrucción de actividad) fue peor a la que estimaban los analistas. Y se suma a la proyección que la misma entidad monetaria difundió días atrás: el Focus, un documento que recoge proyecciones de consultores privados, estimó una contracción del 2% para este año y de 0,15% para 2016.
Las malas noticias que llegan desde Brasil se suman a la desaceleración china. Luego de la devaluación del yuan de casi 5%, el FMI sostuvo que China crecerá 6,8% este año y 6,3% en 2016. Con esas previsiones, el barril de petróleo WTI casi perfora la barrera de los u$s 40 en Estados Unidos ayer (cerró en u$s 40,80) y la soja cayó en Chicago a u$s 328,86 por tonelada para la posición futura de noviembre.
«A diferencia de lo que sucediera con los mandatos de Cristina Fernández, lo más probable es que el próximo presidente no sea acompañado por altos precios de commodities», afirmó la Fundación Mediterránea. Para el próximo gobierno, prosiguió, «el escenario base debería contemplar un ajuste de precios respecto de los valores observados en años previos». Y proyectó «una caída en el ingreso de divisas del orden de los u$s 6500 millones» respecto al período 2012/2014 para los principales productos del complejo agroexportador, con una merma en el ingreso que aportan la soja y sus derivados del orden de los u$s 5000 millones.
Argentina «no cuenta con un flujo de dólares positivo a través de su cuenta corriente proyectada (dada su sensibilidad a importar cuando la economía crece y un panorama exportador cauteloso, en el mejor de los casos), ni una acumulación de reservas internacionales que le permitan garantizar el control del tipo de cambio, y al mismo tiempo necesita financiar un crecimiento leve. En ese marco, la búsqueda de financiamiento externo aparece como un camino insoslayable», consideró la consultora Contexto.
Según una fuente oficial, el Gobierno cree que la devaluación del yuan se detuvo y presta más atención al complejo escenario de Brasil. Y se esperanza con que la Reserva Federal de Estados Unidos demore la anunciada suba de tasas, que quitaría liquidez a los países emergentes. Las minutas de la Fed parecen convalidar esa perspectiva. Ayer, las autoridades del banco central estadounidense expresaron nuevas preocupaciones sobre la inflación y la fragilidad de la economía mundial y las apuestas a una suba de tasas en septiembre cayeron desde 50% a 33%.