Ante la falta de oferta privada la entidad tuvo que salir a ofrecer de sus propias arcas. se estimaba que había sacrificado u$s 1000 millones pero ahora hay datos oficiales
Datos oficiales del Banco Central (BCRA) publicados el viernes pasado dieron cuenta de lo difícil que fue la época de elecciones para la autoridad monetaria. En medio de las primarias abiertas simultáneas y obligatorias la entidad conducida por Alejandro Vanoli debió vender más de u$s 1.300 millones en el mercado cambiario debido a la falta de oferta privada. Esa racha negativa precipitó la decisión posterior de achicar el cupo mensual para algunos compradores de dólar ahorro y la de reducir las ventas a importadores.
Mientras las elecciones estuvieron en juego fue mejor no hacer olas. Los ahorristas que se acercaron a comprar dólares a los bancos pudieron mantener ?sino superar? los montos habituales que compran cada mes y los importadores pudieron hacer fluir los insumos y productos que aceitan la actividad económica del país. Pero esa permisividad oficial no estuvo exenta de costos.
Según datos del propio BCRA, en los días previos y posteriores a las elecciones del 9 de agosto pasado la entidad tuvo que ocupar el rol de principal proveedor de divisas del mercado cambiario mayorista durante 14 ruedas consecutivas. La autoridad monetaria hace esto cuando considera que la demanda ?bancos que necesitan billetes para revender en dólar ahorro e importadores que necesitan contemplar pagos? debe ser satisfecha y no hay suficiente oferta privada en el mercado. La solución en esos casos es recurrir a los dólares propios y cambiarlos por pesos.
El Cronista consignó esa racha negativa en su momento, pero sólo contaba con datos extraoficiales de voceros del BCRA y estimaciones de operadores cambiarios para reconstruir las ventas totales. En ese momento, la autoridad monetaria había admitido pérdidas por algo menos de u$s 1.000 millones y los privados estimaban un poco más.
Los datos oficiales corregidos publicados el viernes pasado mostraron que en realidad el costo para las cuentas del Central fue mayor: en esos días la entidad debió deshacerse de u$s 1365 millones para satisfacer las necesidades del sector privado.
El BCRA explica la diferencia entre los datos que deja trascender a diario y los números finales por ajustes técnicos y porque a las intervenciones diarias se le suman operaciones de venta de divisas que no tienen impacto en reservas (por ejemplo, una parte de los dólares ahorro vendidos por home banking quedan depositados algunos días antes de ser retirados por sus dueños y eso los mantiene dentro de las reservas). Se trata de salidas por ventas que se compensan por subas en «efectivo mínimo» (encajes de dólares que hacen los bancos en el BCRA). Sin embargo, especialistas sostienen que el peso de esas operaciones neutras es prácticamente nulo. «Hay muchísimos tipos de operaciones que pueden tener efecto neutro, como por ejemplo operaciones con el sector público que terminan también en depósitos. Pero lo cierto es que su incidencia en el número total de ventas es muy menor», dijo Pedro Rabasa, economista de Empiria y ex BCRA. A pesar de las fuertes ventas, las reservas cayeron sólo u$s 299 millones en el período en cuestión.
El único factor importante que explica ese contraste entre ventas y estabilidad de reservas es el ingreso de dos inyecciones de u$s 447 millones y u$s 495 millones en dos días distintos de agosto en la columna «Otros» del informe monetario del BCRA y que serían yuanes del swap con China.