La fuerte aversión al riesgo que generó el gigante asiático produjo un efecto contagio en las plazas europeas, que perdieron más de un 5%, con la excepción de Atenas, que marcó un fuerte descenso de 10,6%. En Wall Street, los principales índices reflejaron caídas promedio de 3,6%, luego de haber anotado pérdidas de hasta 9%. El petróleo llegó a sus niveles más bajos en ocho años. El WTI perdió 5,46% a u$s 38,24 dólares
Las bolsas del mundo cerraron ayer con fuertes pérdidas ante una mayor aversión global al riesgo, luego de que el desplome de las acciones chinas desatara una feroz ola de ventas en los mercados internacionales.
«El lunes negro» arrancó con el desplome de 8,5 % en el índice de Shanghai, que marcó su mayor pérdida en un día desde la crisis financiera de 2008, y esparció el pánico en cadena hacia las bolsas de Europa y Estados Unidos.
Los inversores esperaron en vano que las autoridades de Pekín siguieran inyectando más liquidez en el mercado para frenar la caída, que tiene como contexto la debilidad de la economía china, puesta en evidencia con la reciente devaluación del yuan, que acumuló la semana pasada una corrección del 4,6% respecto al dólar.
Así, la decisión anunciada este domingo por el gobierno chino de permitir a los fondos de pensiones del país invertir hasta un máximo de un 30% de sus activos en bolsa no logró generar un efecto positivo.
La fuerte aversión al riesgo en China también tiñó a las bolsas asiáticas. En Japón, el índice Nikkei cerró la jornada con una pérdida de 4,61% y marcó su nivel más bajo en seis meses. En tanto, la bolsa de Taiwán tuvo una caída de 4,8% tras ceder un 7,5% mientras que Hong Kong perdió más de 5%.
El contagio llegó hasta las bolsas europeas que se hundieron hasta 5%, con la excepción de la bolsa de Atenas, que inició la semana con una fuerte caída de 10,6%. Asimismo, el CAC de París perdió 5,35%; el IBEX35 de Madrid cayó un 5,01%; el FTSE de Londres descendió un 4,67%, mientras que el DAX de Fránkfurt marcó un rojo de 4,70%.
En Wall Street, el nerviosismo por China hizo caer casi un 4% a los principales índices bursátiles, tras recuperarse de importantes caídas. La volatilidad fue tan fuerte que el Dow Jones llegó a perder 1,000 puntos en los primeros minutos de negociación, mientras que el S&P 500 descendió 5,3% y cayó en territorio de corrección. Esto ocurre cuando un índice cierra 10% por debajo de su máximo en las 52 semanas previas.
Sin embargo, las perdidas comenzaron a recortarse al mediodía, lo que permitió al S&P 500 recuperarse hasta un 3,94% al cierre. Lo mismo ocurrió con el Dow Jones, que llegó a caer un 6,6% pero logró recuperar parte del terreno perdido tras cerrar un 3,57% abajo.
En tanto, el Nasdaq Composite logró finalizar la jornada con un rojo de 3,82%, tras haber anotado un desplome 8,8%. El índice también terminó ayer en corrección, tras reflejar su nivel más bajo desde el 27 de octubre del año pasado.
Las fuertes turbulencias que emanaron de las bolsas de China también afectaron a las principales plazas de América Latina, que en los últimos años profundizaron sus lazos comerciales con el gigante asiático. La bolsa de Buenos Aires lideró las pérdidas de la región con una caída de 6,3% (ver página 2), mientras que la plaza de Brasil tuvo su peor resultado del año (-3,03 %). En tanto, la bolsa de Colombia cayó 3,52 % y la de Perú, un 4,33%. Entre las materias primas, el más afectado resultó ser el petróleo.
El barril de Brent cerró en Londres a u$s 42,69, un 6,09% menos respecto al viernes y marcó mínimos desde principios de 2009.
En tanto, el WTI cayó en Nueva York un 5,46% a u$s 38,24 dólares y por primera vez en seis años se sitúa debajo de la barrera de los u$s 40.
Para Luis Palma Cané, economista experto en mercados internacionales, las fuertes turbulencias que experimentaron los mercados ayer son el resultado de un conjunto de desequilibrios macro y micro, cada vez más interrelacionados, que llevaron a los inversores a abandonar las situaciones de riesgo y refugiarse en activos más seguros.
«A la caída de la bolsa China y la desaceleración de su economía le siguió el desplome de los precios del petróleo y los commodities. Pero luego sobrevino la devaluación de los países emergentes, que además evidencian su propia debilidad económica, lo que lleva a una mayor fuga de capitales de estos mercados. A esto debe sumarse la situación de Grecia», remarcó Palma Cané.
En el caso de los emergentes, el contagio también afectó al mercado monetario, con devaluaciones de 4% para el rublo y 2%. En tanto la rupia de India retrocedió 1,2% y el real se depreció 1,7%.