El titular de la Bolsa solicitó que se permita el ajuste de balances por inflación para no pagar impuestos por ganancias inexistentes. También reclamó que se levante el encaje
En un duro discurso y con los reclamos a flor de piel, el presidente de la Bolsa, Adelmo Gabbi, se mostró en contra de la sanción de la nueva ley que apunta a proteger la participación accionaria estatal en las empresas privadas y que es empujada por el oficialismo. En un inusual giro retórico, Gabbi utilizó palabras de los ex presidentes Raúl Alfonsín y Néstor Kirchner para plantear la necesidad de «recuperar un equilibrio fiscal y comercial, y sostener una política independiente y soberana y no tan dependiente del contexto internacional». «Se puede debatir con mucha fuerza pero teniendo la caja absolutamente asegurada, de lo contrario, el debate se transformaba en algo absolutamente abstracto», sostuvo Gabbi.
En este sentido, el presidente de la Bolsa evocó la necesidad de «reimplantar la competitividad de nuestras empresas», al tiempo que se manifestó partidario de ajustar los balances por inflación: «El hecho de no poder ajustar los balances hace que las empresas paguen en concepto de Impuesto a las Ganancias, utilidades no realizadas. Esto hace a la competitividad de nuestras empresas», señaló.
Por otro lado, Gabbi sostuvo la necesidad de repatriar el mercado de capitales: «En los últimos diez años hemos vivido una extranjerización de nuestro volumen transado a Nueva York, afectando claramente la profundidad de nuestro mercado. Los inversores compran activos argentinos, aceptan el riesgo pero lo hacen fuera de la Argentina, por lo tanto no ingresan esas divisas», dijo.
En esta línea, volvió a hacer visible su contrariedad por la condición de país fronterizo que enfrenta el mercado local y volvió a pedir el levantamiento de las barreras de entrada y salida de los capitales, conocido como «encaje».
«Al mercado hay que incentivarlo, no manipularlo ni condicionarlo con cambios permanentes en las reglas del juego», sostuvo. «Está bien controlar a los mercados, está muy bien promocionarlos, pero nunca deben ser manipulados, menos aún imponerle precios. Un claro ejemplo de sus consecuencias es lo que está viviendo la bolsa de Shanghai».
Por último se refirió al sistema bursátil sosteniendo el mundo entero pugna por mercados solventes, transparentes, profesionalizados, integrados, interconectados y por sobre todo seguros para los participantes.
«En esa instancia la Bolsa, puso todo su esfuerzo, patrimonial, intelectual y de conocimientos adquiridos a lo largo de su trayectoria al servicio del sistema bursátil argentino dando un paso fundamental con la creación de BYMA, bolsas y mercados argentinos».