El promedio diario de ingreso de sojadólares cayó a la mitad de su máximo de junio. Por eso el BCRA debe vender de sus propios dólares para abastecer a la demanda
El Banco Central (BCRA) tuvo que vender más de u$s 1800 millones de sus propias arcas desde el final de la cosecha, momento del año en el que más dólares comerciales entran al país. La racha que sufre la entidad conducida por Alejandro Vanoli se mantiene a pesar las trabas a importadores y ventas más chicas de dólar ahorro.
La autoridad monetaria usa dólares de sus reservas para abastecer al mercado cambiario mayorista cuando la demanda supera a la oferta privada. Si la oferta es importante, en cambio, suele hacer compras para engrosar sus reservas y así hacer frente a riesgos cambiarios.
Esas intervenciones diarias se volvieron casi exclusivamente vendedoras desde mediados de julio pasado. La cosecha que cada año suele salir del país en el segundo trimestre se extendió unos 15 días más este año debido a conflictos sindicales y a un pico ocasional del precio de la soja que estimuló ventas al exterior.
En el apogeo de la temporada de cosecha el promedio diario de liquidación de divisas de agroexportadores llegó a tocar los u$s 150 millones en algunas semanas; desde la segunda mitad de julio esa cifra cayó a los u$s 70 millones al día. A partir de ese momento sólo hubo ventas oficiales.
La entidad que conduce Vanoli tuvo que vender en 22 de las últimas 24 ruedas y lleva 8 días hábiles al hilo con resultado vendedor. En ese período, el saldo de ventas y compras es negativo en u$s 1852 millones, u$s 1228 millones de ellos en lo que va de agosto. Según cifras informales de la entidad cada día u$s 230 millones se vendieron durante la semana pasada.
En lo que va del año acumula un saldo comprador de sólo u$s 832 millones, a años luz de distancia de los u$s 5860 millones que compró en todo 2014.
Los días que vienen no prometen ser mejores; mañana se renueva el cupo de dólar ahorro.
La magra suerte del BCRA en el mercado cambiario mayorista lleva a preguntarse si la entidad decidirá alguna medida restrictiva nueva, con el costo político que ello conlleva a pocas semanas de las elecciones presidenciales de octubre.
Algunas restricciones ya se aplicaron después de las elecciones del 9 de agosto. Los montos promedio otorgados a ahorristas para compras de dólares cayeron casi 30% tras ese día, y las ventas de dólares a importadores se redujeron.
«El BCRA no para de vender porque tiene que pagar costos muy grandes por dejar de hacerlo, es una manta corta por donde la mires. Si deja de vender dólar ahorro hace que el blue suba, si sigue vendiendo pierde reservas. Tiene que elegir entre cerrarle el grifo a importadores, cosa que ya hizo en parte, pero eso le pega a la actividad, tiene que elegir entre mantener la fuga que causan los turistas o pagar el costo electoral de trabar esos gastos», dijo Pedro Rabasa de Empiria Consultores. «Haga lo que haga pierde por algún lado, porque lo único que puede hacer es administrar el corto plazo», agregó.
Al usar dólares de sus propias arcas el BCRA daña su propio nivel de reservas, un stock con el que enfrentar crisis que ya de por sí es modesto en los u$s 33.594 millones informados el viernes pasado.
Sin embargo, la caída de reservas no es igual a al monto de ventas. Las tenencias internacionales del BCRA pierden u$s 336 millones en lo que va de agosto y ganan u$s 2161 en lo que va del año.
La explicación para esta caída de las reservas no es del todo explicitada por el BCRA, que sólo menciona que algunas de esas ventas se compensan con otros factores de variación como la formación de depósitos en dólares. El ingreso de yuanes del swap acordado con China se moderó bastante en julio, pero hay indicios de que se reactivó en los primeros días de agosto. No menos de u$s 8.200 millones de las reservas son, en realidad, estos billetes chinos prestados. Otros aportes pueden ser pases con entidades públicas y privadas que suman al número final y evitan un desmoronamiento de las reservas.