Ponderó como una fortaleza que la deuda ascienda al 50% del PBI para sobrellevar la turbulencia financiera externa y el crecimiento sostenible en los próximos trimestres. Economistas estiman que la nueva deuda podría llegar hasta los u$s 40.000 millones
Tras años de defender el desendeudamiento, aunque duplicó su deuda bruta en los últimos dos años, y pese a la falta de definiciones de su candidato sobre el manejo futuro de la economía, el gobierno empezó a dar indicios de que seguirá endeudándose en los próximos trimestres para sobrellevar las turbulencias financieras externas. Los economistas privados ya venían diciendo que la nueva deuda será inevitable para equilibrar la macroeconomía y pagar las deudas contraídas durante el cepo cambiario y tras la sentencia favorable a los holdouts.
El Banco Central (BCRA) indicó que el nivel de endeudamiento externo, tanto público como privado, estaba al primer trimestre de 2015 cerca del 50% del PBI. «Ello se constituye como una fortaleza muy importante en el corto plazo para sobrellevar la turbulencia financiera externa, así como una plataforma para financiar un crecimiento sostenible en el mediano y largo plazo», explicó en el último informe Macroeconómico y de Política Monetaria.
Antes, la entidad monetaria alertó que «el escenario internacional que enfrentará Argentina en los próximos trimestres será menos favorable que el previsto meses atrás y que el evidenciado en años anteriores».
Según detalló el organismo, «los principales socios comerciales del país registrarían un crecimiento de 1,5%, casi la mitad del previsto para el mundo», en tanto «persistiría una abundante oferta global agrícola, energética y minera, que mantendría la tendencia bajista sobre las cotizaciones de los principales productos primarios de exportación -que en julio se ubicaron 17% por debajo de sus valores de un año atrás-. En igual sentido influiría una nueva apreciación del dólar».
Estimaciones privadas
Para los economistas consultados por este diario, el país deberá aumentar su stock de deuda entre 7 y 18% del PBI para financiar el déficit fiscal, pagar a los holdouts, los dividendos y utilidades retenidas y las importaciones adeudadas, así como también aliviar los costos de una devaluación sobre el nivel de actividad.
Según dijo Fausto Spotorno, economista Jefe de la consultora Orlando Ferreres, el nivel de deuda pasará del 47% del PBI al primer trimestre de este año al 65% el próximo año, tras emitir unos u$s 40.000 millones.
Se basa en el supuesto en que deberá financiarse 4,3% del PBI de déficit fiscal (tras reducir 2 puntos por haber ajustado las tarifas de servicios públicos), lo que incluye colocar un bono a las empresas que tengan que girar dividendos y utilidades (2%) y pagar la deuda por importaciones (1%). Se suma otro 2% para pagar a los holdouts. Y otro 0,5% para pagar la deuda con juzgados internacionales. Finalmente, considera que una devaluación del 60% elevará el peso de la deuda en un 10% del PBI adicional, porque cae el producto medido en dólares.
«La economía está desequilibrada. La deuda ya está tomada con los holdouts, con el Ciadi. El déficit fiscal es una máquina de generar deuda. El resultado de la deuda con el BCRA fue reventar su patrimonio. Y la deuda con el sector público tiene que convertirse en deuda con el sector privado», dijo Spotorno.
Para Eric Ritondale, economista Jefe de la consultora Econviews, la deuda estatal con el sector privado subirá desde el 20% actual a un 27% en un año suponiendo dos escenarios.
Uno en el cual se produce una devaluación rápida y un acuerdo con los holdouts en el primer trimestre de 2016, con lo cual la deuda nueva con privados ascenderá u$s 7.000 millones o 1,5% del PBI. Y otro en el que se produce un desdoblamiento y un acuerdo con los fondos buitre en el tercer trimestre del año que viene, que implicará emisiones primarias por u$s 4.000 millones o 1% del PBI.
Esta nueva deuda se colocaría para financiar el déficit fiscal. Al considerar el pago de la deuda por dividendos e importaciones y con los holdouts, se sumaría otro 5% del PBI.
«Estamos asumiendo que se generan las condiciones para que los capitales privados provean el financiamiento. Una mezcla de inversión extranjera directa, préstamos financieros y ahorro externo de residentes», dijo Ritondale. «Si no se emite deuda, se tendrá que devaluar más o tener una caída del PBI mayor», explicó.