Es porque el BCRA adeuda casi u$s 9.000 millones a importadores con DJAIs aprobadas. Entre julio y agosto se registraron al menos 40 compañías. Las firmas lo usan para pagar deuda a sus casas matrices y que no les corten la cuenta corriente
La deuda acumulada por los importadores argentinos con sus proveedores externos orilla entre u$s 8.500 y u$s 9.000 millones, según estimaciones del presidente de la Cámara de Importadores, Diego Pérez Santisteban. El lunes pasado, en un cruce casual con Alejandro Vanoli, el presidente del BCRA le dijo que en un par de semanas sus disponibilidades para atender este tema mejorarían. «Habrá que ver si efectivamente se concreta esa situación», dice Santisteban.
Por otra parte, la deuda acumulada por el no giro de utilidades y dividendos sumará u$s 10.000 millones a fin de año, según estimaciones del ex viceministro de Economía, Gastón Rossi, titular de LCG.
Estos dos factores explican por qué, durante julio y agosto, llenaron formularios en la SEC un récord de al menos 40 nuevas empresas argentinas para poder estar en condiciones de hacer contado con liqui. La cifra toma relevancia al tener en cuenta que, hasta ahora, sólo había 75 registradas. En el mercado se asombran con el número: «Es algo nunca visto: se registró más de la mitad de lo existente», señalan. Si bien sólo se trata de registros, y no de operaciones concretadas, en caso de que se activen, el precio del CCL rápido convergerá con el del blue.
«Está claro que el MULC está herido de muerte, y las empresas se están moviendo. No son sólo utilidades, puede ser deuda, puede ser pago de importaciones corrientes, hay un abanico de opciones. Este el indicio que las empresas se preparan para una crisis cambiaria: ven cepo con devaluación, porque saben que el cepo no se lo levantarán a corto plazo, y hay firmas que no pueden esperar seis meses, necesitan ahora pagar compromisos», revelan en las mesas, donde cuentan que la mitad de los registros pertenecen a bancos privados y provinciales para intermediar.
«Acá hay dos opciones: o la autocensura se vuelve tan grande que el conti liqui desaparece y las empresas comienzan a paralizarse, como algunas automotrices, o el CCL se va a ir empinando», advierten las fuentes.
Sólo se anotan las empresas que operan en Estados Unidos, no las que hacen OTC con los bonos en otras plazas como Panamá, Luxemburgo o Caymán. Además, vía Estados Unidos luego resulta más fácil hacer giros a Europa. Esto no implica que no vendan directamente en Londres, Luxemburgo o Frankfurt, sino que venden en Estados Unidos también, que es el mercado OTC más grande luego de Panamá. En rigor, varios pasan por Panamá vía brokers, y así evitan los registros en la SEC, porque el activo se vende en ese país.
Pero toda conversión en Estados Unidos queda registrada en la SEC, más si luego pasa a otros instrumentos. Por ejemplo, las automotrices europeas venden en Estados Unidos los bonos, con los dólares van al money market o compran otro activo, y así lo transfieren a Europa. Un largo camino.
En la City sospechan que esto le pondrá presión a la TIR de los bonos en el exterior, en especial ahora que el 3 de octubre el Boden 15 desaparece, que es efectivo inmediato. Es más difícil girar con un Bonar 24 que con un Boden, por la maturity del bono. El problema es que la demanda local compra con pesos los bonos en dólares, pero en el exterior se compran con billete. Esa disparidad genera que la fuerte demanda de deuda local no tenga proporcional contraparte afuera, lo que le pone un piso alto a la TIR.
Inspecciones de la CNV
Mientras, en el mercado se preguntan en qué sociedad de bolsa los inspectores de la CNV se quedaron ayer hasta las once y cuarto de la noche haciendo arqueo de caja en busca de dólares. Cuentan de un caso en que el agente acreditaba los dólares de renta de algún bono. Hay clientes que nunca los retiran, entonces el agente los retira para operar blue. Están los retiros de billetes sin firmar o hacen figurar que los tienen y no los tienen. Hubo un caso en que la gente de la sociedad se puso como autorizada del comitente y firmaron los papeles los empleados de la sociedad.