Adeuda u$s 9.000 millones de DJAIs ya aprobadas, y otros u$s 7.000 millones de DJAIs demoradas. Se duplicó cantidad de empresas que usan dólar liqui para pagar deudas
«Técnicamente, el Banco Central tiene la obligación por ley de darle los dólares a los importadores que tienen las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAIs) aprobadas», sostiene Marcelo Elizondo, titular de la consultora DNI.
La deuda acumulada por los importadores argentinos con sus proveedores externos orilla entre u$s 8.500 y u$s 9.000 millones, según estimaciones del presidente de la Cámara de Importadores, Diego Pérez Santisteban. El lunes de la semana pasada, en un cruce casual con Alejandro Vanoli, el presidente del BCRA le dijo que en un par de semanas sus disponibilidades para atender este tema mejorarían. «Habrá que ver si efectivamente se concreta esa situación», dice Santisteban.
El problema es que ésta no es la única deuda del Central con los importadores ya que, según informa el director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI, Miguel Ponce, hay otros u$s 7.000 millones en DJAIs demoradas a la espera de ser aprobadas. Por lo tanto, si se suma la deuda total con los importadores, la cifra equivale a casi la mitad de las reservas del BCRA. Ante este escenario, se duplicó la cantidad de empresas que recurren al contado con liquidación. De hecho, Ponce conoce 150 importadores que se anotaron para hacer CCL por arriba de u$s 200.000 cada una.
Otro de los recursos utilizados es el de importadores que arreglan con exportadores a un tipo de cambio que se pacta entre las partes, pero suele ser del 10%, aunque por montos grandes pueden bajar hasta el 9 o el 8%. Es una derivación del 1 a 1 de Guillermo Moreno, que por cada dólar que se importaba se necesita exportar otro. Pero, en este caso, no se pacta ante el gobierno, sino entre las partes. Claro que no sólo deben pagar la comisión del 10%, sino también lleva costos tributarios de la sesión del exportador hacia el importador, más el gasto de contadores y despachantes de aduanas asociados a la operación, que incrementa otro 3% la transacción. Desde luego, este aumento en el precio del insumo se termina trasladando hacia el consumidor final y lleva, en ciertos casos, a una pérdida de competitividad a la hora de exportar.
«A raíz de esto, se duplicó la cantidad de recursos de amparos presentados a la Secretaría de Comercio por los abogados de las firmas damnificadas para que les salgan las DJAIs», asegura Ponce.
A su juicio, otro de los inconvenientes es que el 40% de los productos que llegan al país pasan al canal rojo de control de la Aduana, que obliga a verificar documentación y embarques, cuando antes no llegaba al 7%. Fuentes del BCRA niegan esta situación: «No hay una deuda por importaciones como muchos dicen. Hay un esquema de administración del abastecimiento de divisas para importadores que se cumple regularmente y que atiende las necesidades de los sectores que demandan divisas para importar.
Desde octubre hasta julio último se duplicó el abastecimiento de divisas en la gran mayoría de los sectores, entre ellos las automotrices, las fueguinas y otros sectores habitualmente demandantes, cifra que en julio último se incrementó cerca del 30%, lo que representó más de u$s 250 millones adicionales por mes». En el Central señalan que «se está avanzando en un esquema de sustitución de importaciones, en un contexto internacional de caída del comercio y de guerra de monedas, de modo de afianzar la estrategia de desarrollo».