La escalada devaluatoria del real, que ayer rozó las 4 unidades por dólar, también preocupa a las empresas brasileñas con filiales en Argentina por la diferencia en la depreciación entre el real y el peso ya que, según argumentan algunos economistas, los costos en el país se encarecen.
La moneda brasileña profundizó su caída y alcanzó un mínimo histórico de 3,98 por dólar, por lo que quedó al borde de quebrar la barrera de los 4 reales. En las casas matrices de empresas brasileñas con subsidiarias en Argentina evalúan pros y contras de la diferencia de devaluación entre ambos países: mientras Brasil lo hizo un 33%, Argentina permitió una depreciación del peso de 9,68%. El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), había calculado que la competitividad del peso respecto al real está en niveles registrado en 2001, aunque tomó como referencia para calcular el tipo de cambio real a los índices de inflación que miden las consultoras privadas.
Según el economista Mariano Lamothe, de la consultora Abeceb, las empresas brasileñas con filial en Argentina ven con preocupación cómo los precios en pesos se encarecen. “Las empresas tienen la presión de que un peso atrasado con respecto al real aumenta los costos”. Sin embargo, para Gustavo Segré, profesor de la Universidad Paulista Analista del Mercosur, “la desvalorización del real para empresas con sedes en otros países en general es bueno porque si exportan sus productos a su subsidiaria para ser vendidos allí obtienen una ganancia, tienen un producto más competitivo”, aunque señala el economista, “en el caso argentino las compañías brasileñas están esperando el cambio de gobierno para tomar decisiones de inversión y para saber si se mantendrán las DJAI y podrán girar libremente dividendos al exterior”.
Las inversiones de empresas brasileñas en Argentina descendieron un 7% entre 2013 y 2014, según el último informe del Banco Central, a fines del año pasado. La cifra fue de u$s 5.500 millones y una cuarta parte de las inversiones fueron al sector automotriz. En 2012, el pico de los últimos 8 años, las inversiones brasileñas fueron de u$s 6.760 millones.
Contracción de 0,2%
La economía brasileña se encogió un 0,2% en julio, respecto al mes anterior, y 2,71% en lo que va del año, según el Índice de Actividad Económica (IBC-Br), divulgado por el Banco Central de ese país.
Por otro lado, los datos divulgados a principios de mes por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), revelan que la economía se encogió un 1,5% en julio, respecto al mes anterior y 6,6% en los primeros siete meses del año y 5,3% interanual. Al mismo tiempo, las ventas minoristas marcaron su sexta caída consecutiva en julio, cayendo 1% respecto a junio, 3,5% interanual y 2,4% en los primeros siete meses del año. Estas condiciones llevaron a que el informe Focus, realizado por el Banco Central en base a la consulta a economistas, sea totalmente pesimista: se determinó que la contracción sufrida por la economía se elevó de 2,55% a 2,7% y se prevé que el año próximo decrecerá un 0,80% en vez de 0,60%, como lo estimaba la última proyección.