La medida de CNV favorece a importadores que deben girar divisas para pagar deuda a sus casas matrices y a empresas que mandan dividendos por esta vía
El contado con liqui pasó a ser un dólar de precios cuidados gracias a la nueva normativa de la CNV: es subsidiado porque le ponen un cepo a los fondos comunes de inversión. Sospechan en el mercado que, con esto, quisieron bajar el precio del blue, pero lograron lo contrario: luego de tocar $ 16,02, cerró a su récord histórico de $ 15,98.
La gran oportunidad para los ahorristas es dolarizarse a través de la Bolsa con un MEP a $ 13,23 (cayó $ 0,87) y con un CCL a $ 13,60 (bajó $ 0,55), aunque llegaron a caer hasta $ 13,06.
Si bien todavía falta que la resolución se publique en el Boletín Oficial, la medida favorece tanto a importadores como a empresas que deben girar divisas para pagar deuda a sus casas matrices y así poder seguir teniendo saldo en cuenta corriente, ya que el BCRA adeuda u$s 9.000 millones a importadores con DJAIs aprobadas. Por otra parte, la deuda acumulada por el no giro de utilidades y dividendos sumará u$s 10.000 millones a fin de año, por lo que resultará más barato usar ahora el liqui para girar divisas.
Mauro Mazza, de Puerto Finanzas, prevé que el conti liqui va a recuperarse, «porque se viene un giro masivo de divisas de multis. Lo que hace es CNV es, por medio de una resolución, cerrar aún más el mercado de cobertura».
En rigor, ya lo venían haciendo: primero sacaron a los bancos reduciendo la exposición en dólares del patrimonio, luego a las aseguradoras, más tarde sacaron a los minoristas de la formación de precios y ahora sacan a los depositantes.
«Claramente, la medida busca bajar el precio del contado con liquidación, obligando de alguna manera a los fondos de inversión a que no tengan el incentivo de comprar los bonos en Argentina y luego transferirlos al exterior. En definitiva, los hace vender en el corto plazo, pero luego serán netos compradores de los mismos títulos, pero con tenencia en Argentina y valuados en pesos», advierte Mariano Sardáns, CEO de FDI.
Ergo, con las caídas de ayer, se les abre una ventana de pocos días a todos aquellos (empresas y personas) que quieran seguir dolarizando sus ahorros de forma barata y políticamente correcta, que es lo que permite estos bonos. Sardáns cree que esta oportunidad no va a durar muchos días más, dado que la tendencia general es de dolarizarse como sea.
El trasfondo de la medida es bajar el precio del CCL, pero la consecuencia es el perjuicio que le crea al cuotapartista en estos fondos, ya que la valuación a la que va a rescatar su tenencia va a ser mucho menor. «Si yo estuviese en ese lugar, primero intimaría al fondo a abstenerse a vender los títulos y acto seguido pediría el rescate de mis cuotapartes, solicitando el pago de mi tenencia en bonos; en la misma proporción y especies que tiene el fondo. Después sí podría vender los títulos a los precios que corresponde y, si están en el exterior, podría traerlos sin ningún problema a través del CCL. Esto puede hacerse sin ningún inconveniente; hay mucha jurisprudencia y práctica al respecto», sostiene el CEO de FDI.
Seguramente, muchas empresas aprovecharán la caída del precio del CCL para cancelar deudas comerciales en el exterior o conformar cartera a un dólar más barato. «Si asumimos que el RO15 es un activo libre de riesgo, se estarían comprando dólares al 3 de octubre a $ 13,14», señala Rafael Di Giorno, director de Proficio.
Quien elige el Bonar X, que vence en abril del 2017, se estaría comprando dólares futuros a $ 11,55, al calcular lo que se cobra por cupones y amortizaciones. Con el Bonar 24 se adquieren dólares futuros a $ 8,19 (o sea, se depositan $ 8.190 y en el 2024 se cobran u$s 1.000). Mientras con el Discount, que vence en el 2033, se adquieren dólares futuros a $ 5,61.