• Impacto de decisión de la CNV.
• El tipo de cambio implícito cayó a $ 13,40.
• La brecha con el “blue” es del 19%.
La decisión de la CNV impactó muy fuerte en la industria de fondos comunes de inversión y sus principales clientes, las compañías de seguros y otros inversores institucionales, pero también individuos. Sin embargo, quienes lo miran de afuera pueden aprovechar la fuerte caída de precios de los bonos dolarizados, algo que ayer ya comenzó a suceder. El Boden 2015, que paga en apenas dos semanas la totalidad del capital y los intereses, fue el instrumento preferido por muchos ahorristas para asegurarse dólares a precio de «ganga» faltando apenas un mes para las elecciones presidenciales.
Este título había cerrado el lunes a $ 1.450 por cada 103,5 dólares que pagará el 3 de octubre. Esto implicaba la posibilidad de comprar divisas a $ 14, con la necesidad de esperar sólo 15 días para que el Gobierno efectúe el pago. Pero la obligación que afectó a los fondos comunes de valuar sus bonos dolarizados al tipo de cambio oficial en vez de hacerlo a valor de mercado impactó en toda la curva de títulos en moneda extranjera.
En el caso del Boden 2015 el efecto negativo se sintió en menor medida. Sucede que fueron muchos los inversores que rápidamente salieron a aprovechar esta posibilidad y compraron no bien se produjo la caída inicial del precio. Desde los $ 1.450 el papel se desplomó hasta $ 1.330 en las primeras operaciones, es decir más de un 8%. Pero allí rápidamente surgieron compradores y ya a media tarde la caída se había acotado hasta $ 1.390, lo que de todas formas bajó el tipo de cambio implícito a niveles de $ 13,40.
De esta forma, la decisión oficial representó una suerte de «subsidio» a quienes tienen posiciones de liquidez y pueden aplicarla a la compra de activos en el mercado bursátil, donde la diferencia de tipo de cambio en relación con el «blue» se aproxima ahora al 19%.
La compra de Boden 2015 es indudablemente la más simple y directa para conseguir divisas, teniendo en cuenta las restricciones que existen para operar dólar «Bolsa» o utilizar el mecanismo de contado con liquidación. Ambas operatorias son legales, pero lo cierto es que la CNV las analizaba una por una porque entiende que existe el peligro de dolarización o directamente fuga de capitales.
Otros bonos que vencen más adelante, como el Bonar 2017 en 2024, fueron todavía más afectados, con caídas superiores al 6%. El motivo es que estos papeles no tienen tanto incentivo ya que sólo pagan cupones de intereses en forma semestral. Aquellos títulos más largos, como el Par en moneda extranjera, sufrieron pérdidas de casi el 10%.
La contracara de esta oportunidad que pueden aprovechar ahorristas o incluso empresas con liquidez es la situación de aquellos inversores que compraron bonos a través de un fondo común de inversión. Esta industria sufre así un duro golpe tras la pesificación de las cuotapartes en 2002. Sucede que quienes habían invertido en un fondo de renta fija y quisieron salir ayer tuvieron que aceptar pérdidas superiores al 30% ante el cambio de valuación.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=808730