El peso sigue perdiendo competitividad tanto contra Brasil como con el resto del mundo. La apreciación del tipo de cambio contra Brasil llegó al 9,9% el mes pasado, según Elypsis
En un mundo en el que el dólar volvió a ganar protagonismo y en el que las monedas de los países emergentes ya empezaron a sufrir las consecuencias de esta tendencia, el atraso cambiario del peso se hace cada vez más evidente. Por si fuera poco, el principal socio comercial argentino, Brasil, fue uno de los países que asumió la necesidad de devaluar.
En un solo un mes, septiembre, el tipo de cambio real bilateral con Brasil se apreció 8,1% según un estudio de Elypsis. Incluso, la apreciación promedio mensual fue ampliamente mayor: 9,9%. A su vez, remarcan que desde principio de año el índice de tipo de cambio real bilateral elaborado por la consultora registró «una apreciación punta a punta de 31,6% mientras que en la comparación interanual fue de 38,2%».
Por otro lado, del informe se desprende que en septiembre el tipo de cambio real multilateral se incrementó 3,5%, no obstante, también en este caso el promedio mensual fue significativamente más alto: 4,1%. «Desde principios de año, nuestro Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral Elypsis (TCRMe) registró una apreciación de 19%, mientras que en la comparación interanual el alza fue de 25,4%. Así, el TCRMe se ubica en niveles similares a los del final de la convertibilidad», aseguraron.
Ayer el real se depreció 0,8% frente al dólar y quedó en las 3,879 unidades. El mes pasado la moneda brasileña llegó a perder hasta 15% en poco más de 20 días, dado que el 23 de septiembre alcanzó un récord de 4,176 por cada dólar. Sin embargo, cerró el mes con un aumento de 10%, ya que los días siguientes al pico máximo del dólar logró recortar el precio, una tendencia que se prolongó durante octubre. En el año, el real pierde 44,8% convirtiéndose en la moneda de peor desempeño este año.
En tanto, el peso cayó un 1,4% el mes pasado. A este punto hizo referencia Elypsis: «El Banco Central aceleró el ritmo de depreciación, fue la tasa mensual más alta desde agosto de 2014». Además, destacaron que fue el segundo mes consecutivo en el que se notó este aceleramiento. Y la pérdida acumulada del peso en el año es del 10,5%.
El economista Jefe de Inversor Global, Diego Martínez Burzaco, sostuvo que el país vive «una situación de estrés bastante significativa» porque Brasil es su socio comercial número uno, y también resaltó que hay que tener en cuenta que la inflación argentina es tres veces mayor a la del país vecino. «De continuar este escenario, las empresas que dependen de Brasil podrían entrar en quebranto», afirmó. El experto recordó que el gobierno de Dilma Rousseff decidió no intervenir su mercado, lo que derivó en una «violenta» devaluación. Aclaró, además, que con una inflación de 10% la depreciación de la divisa de Brasil «es real».
Por su parte, Federico Muñoz de Muñoz y Asociados hizo hincapié en las consecuencias financieras, porque según explicó, las repercusiones comerciales no se verán en lo inmediato: «Creo que lo insostenible del retraso cambiario se va a notar más en las reservas; el agotamiento de las arcas va a forzar una devaluación.
El daño comercial es más silencioso, de a poco cae la rentabilidad. Pero no se da una crisis en el corto plazo». A su vez, comentó que el lado más elocuente de pérdida de competitividad se percibe por medio de la comparación del salario privado promedio, ya que el argentino es casi tres veces mayor al brasileño.