Ayer comenzó la intervención sin límite en ese mercado de la entidad monetaria. Fue parca porque los privados se habían anticipado bajando las cotizaciones futuras
El Banco Central (BCRA) estrenó ayer su capacidad ilimitada para intervenir en el mercado de futuros, pero se mostró parco al usar su mayor fuerza de venta para mantener los precios que los propios privados, ante la amenaza, se habían anticipado en bajar anteayer. El poder de fuego de la entidad monetaria permite estimar precios a estos niveles o poco más bajos, pero por debajo de las expectativas de devaluación, lo que podría derivar en pérdidas de hasta $ 40 mil millones en 2016.
Para MyS Consultores, el BCRA podría perder entre 30 y 40 mil millones de pesos el año que viene, al estimar que la entidad monetaria terminará este año con contratos vendidos por unos u$s 10 mil millones y una devaluación de un 35% a lo largo del año próximo.
La consultora Elypsis fue más conservadora al estimar unos u$s 7.000 millones en contratos vendidos y una devaluación del 40%, lo que generará una pérdida de $ 15 mil millones. Esa pérdida deberá ser saldada con emisión monetaria, en una economía con exceso de pesos.
Por lo pronto, hasta que asuma el nuevo Presidente se estima que el BCRA seguirá vendiendo futuros para bajar las expectativas de devaluación y los privados seguirán comprando hasta donde resistan sus límites de riesgo internos.
Dos factores bajistas operaron esta semana: la suba de un 16% en las garantías de los contratos que comenzará el 21 de octubre próximo (la garantía por contrato a marzo de 2016 pasó de $ 970 a $ 1.125) para reducir el riesgo sistémico. En tanto, el mercado se anticipó a la mayor intervención oficial -tomó ganancias, compró menos futuros, etc.-, lo que hizo bajar los precios esperados la mitad de lo que habían ganado la semana pasada.
El contrato a marzo 2016 perdió así 7 centavos desde el viernes pasado, a $ 10.643, una devaluación esperada del 26,58%.
La suba de las garantías para comprar futuros fue leve y era esperada, por lo que el número récord de contratos siguió subiendo, a u$s 8.592 millones ayer, según Rofex. Todo empresa o institucional que puede comprar cobertura, busca financiamiento hasta sus límites internos de riesgo para cubrir esa garantía. Y ese financiamiento está hoy disponible por la fuerte liquidez bancaria.
Pero el volumen fue bajo. Ayer el BCRA no vendió fuerte, sino que abasteció la demanda manteniendo los precios que el día anterior habían bajado los privados (5 centavos a marzo de 2016) y sobre el final de la rueda empezó a vender fuerte para marcar el cierre hacia abajo.
Esta baja es la mitad de la suba alcanzada cuando el BCRA había llegado a su límite de intervención. Así que la duda es si estos precios constituyen el piso o si todavía pueden perder otros 5 centavos.
El mercado está cauteloso y testeando si el BCRA va a vender más fuerte o no. Por el poder de fuego que tiene ahora el Central, sabe que, si espera, puede comprar los futuros más baratos y no quiere apresurarse ni comprar desesperadamente.
Y sabe que el BCRA venderá con fuerza si el blue se descontrola o si se acelera la demanda de los privados.
Hace tres semanas los futuros subieron 60 centavos en un día por las trabas a los institucionales para comprar bonos en dólares y por precios por debajo de las expectativas de devaluación. Para bajar esas cotizaciones, el BCRA pidió extensiones de sus límites de intervención: el 21 de agosto se amplió a 600 mil contratos; el 25 de septiembre, a 800 mil, y desde ayer, ya no tiene límite para vender futuros.