El mercado financiero festeja el ballotage: ven un rebote en las cotizaciones de acciones y títulos públicos. Apuestan a que se disparen los cupones PBI, las eléctricas y los bancos. Ante la probable baja del blue, esperan un achicamiento de la brecha cambiaria
Se espera un día de euforia para hoy en la Bolsa. El ballotage da la esperanza de un candidato más market friendly y eso se verá reflejado en la rueda bursátil, con un alza en el índice Merval, impulsado por los papeles bancarios y eléctricos, más un recorrido alcista de los bonos.
El dólar paralelo, que se mueve puramente por expectativas, seguro retrocederá, lo que provocará un achicamiento de la brecha cambiaria, hoy en 70%.
Alejo Costa, jefe de Estrategia de Puente, apunta que puede haber un rally de dollar linked y de los bonos actualizados por CER. Maximiliano Castillo, director de ACM, también prevé un rally de bonos y acciones.
Gastón Rossi, ex viceministro de Economía y titular de LCG, es otro de los que espera un rebote en las cotizaciones de acciones y títulos públicos y, probablemente, un achicamiento de la brecha cambiaria: «Paradójicamente, las promesas que realizó Macri en términos de rebaja de retenciones y remoción inmediata del cepo cambiario implicarían una mayor ralentización en el ritmo de liquidación de la soja existente, agravando la dinámica de las reservas en el cortísimo plazo».
Rafael Di Giorno, director de Proficio, apuesta a que se van a disparar los cupones PBI, las eléctricas y los bancos, mientras los bonos tendrán subas moderadas: «Recordemos que el Merval llegó a estar 30% arriba de los valores actuales cuando el mercado apostaba a un candidato market friendly. Además, es probable que se mantenga el ritmo de depreciación del oficial hasta la segunda vuelta».
De todos modos, hay quienes entienden que el mercado podría sobrerreaccionar votando en favor de su candidato en la Bolsa, con una fuerte suba de acciones. «Será algo así como encender bengalas de festejo, ya que en lo estructural nada va a cambiar en los primeros días», observa Alejandro Banzas, economista jefe de Reporte Económico.
Mauro Mazza, analista de Puerto Finanzas, asegura que el sector bancario tendrá un impulso muy fuerte: «Ahí no será momento de entrar porque hay bancos con intenciones de desarmar. Ese shock se termina a medida que entremos en noviembre y a la espera de encuestas. El sector bancario será el más sensible a las elecciones».
A su juicio, todo lo que ocurra el próximo mes será oportunidad para desarmar renta variable Argentina, «porque la devaluación que hará sí o sí Macri o Scioli impactará en todas las empresas patrimonialmente. De un ajuste de la renta variable para el verano no escapamos. Las oportunidades estarán principalmente en donde Argentina necesita hacer cosas rápidas para que el FMI venga al rescate, y eso es inflación; por lo tanto, deuda ajustada por CER».
Justamente, los bonos PAR y CuasiPar es lo que recomienda un informe de un banco suizo. Se inclina por deuda ajustada por inflación porque será un requerimiento para lograr préstamos del FMI, que los bancos esperan para mitad del 2016.
El otro dato a tener en cuenta es que habrá otro mes de pérdida de reservas muy fuerte: estiman en la City un mínimo de u$s 600 millones de dólar ahorro y entre u$s 1500 y u$s 1800 millones del MULC. «La segunda vuelta es buena para que la gente no salga a comprar corriendo, pero es un golpe muy duro para las reservas», comentan en las mesas.
Desde ya, hasta la definición de quién será el presidente, quedará postergada cualquier tipo de medida económica de relevancia: «Es imposible pensar que Cristina acceda a pagar el costo político del ajuste, permitiéndole al equipo económico del presidente electo tomar el control con vistas a auditar los verdaderos números de la economía, y así poder armar el plan económico e implementar de forma anticipada el ajuste que el país necesita, abarcando el frente cambiario, fiscal y monetario», señala Mariano Sardáns, CEO de FDI.