Es la conclusión que aparece al comparar las cifras oficiales de aumentos de salarios y de precios. Los más beneficiados con los salarios, siempre según el INDEC, son los trabajadores en negro.
Sin saberlo, ni siquiera intuirlo, los asalariados argentinos estarían ganando, por goleada, la carrera contra la inflación. Según el INDEC, en agosto los precios aumentaron el 1,2% y los salarios subieron el 2,64%. Y en los últimos 12 meses, con una inflación del 14,7%, los salarios aumentaron más del doble, el 30,6%. Resultado: salarios: 2; inflación: 1.
Los más afortunados serían los que se desempeñan en negro porque, con el 31,7%, lideraron el alza interanual de los salarios.
Esta mejora tan impactante del poder adquisitivo de los asalariados sería todavía mayor, casi tres veces, para la compra de alimentos ya que, en los últimos 12 meses, los precios alimentarios aumentaron sólo el 11,9%. Resultado: salarios en negro: 3; inflación de los alimentos: 1.
Estas insólitas conclusiones surgen de los últimos Indices de Salarios difundidos por el INDEC que vienen marcando, contra “viento y marea” y desafiando la realidad social, una permanente y continua mejora del poder adquisitivo de los asalariados. En especial en los últimos años, cuando la economía entró en estancamiento y recesión.
Y si no alcanza, la estadística oficial dice que los trabajadores precarizados, no registrados o en negro, serían los más beneficiados.
Por ejemplo, según el INDEC, en relación con abril de 2012, los salarios en negro aumentaron el 161,67%, los del sector público el 137,6% y los que trabajan en blanco en el sector privado el 133,82%. En ese período, para la estadística oficial, en promedio, los precios minoristas aumentaron el 62%.
También desafiando la realidad económica, y los balances de las empresas, a lo largo de toda la “década ganada”, los empleadores vienen remarcando los precios la mitad y hasta menos de lo que conceden a los salarios.
Todos estas “llamativas” conclusiones simplemente vuelven a marcar que también el nuevo índice de precios (IPCNu) no refleja la realidad y es un simple maquillaje.
Así, en un tema tan sensible como la pobreza, los especialistas desplazados del INDEC abren dudas sobre la veracidad de los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC. Es porque al comparar los ingresos de los hogares con el valor de la canasta de pobreza, pero en base a los precios reales que pagan los consumidores y no los “dibujados”, surgiría una reducción de la pobreza.
Del 25,5% registrado en la primera mitad de 2014, habría bajado al 25,1% en el segundo semestre y en la primera mitad de 2015 habría vuelto a caer al 21,8%. Así, aunque aún continúa en niveles altos, ahora habría 8.450.000 pobres cuando un año atrás eran 9.800.000.
A partir de 2007, cuando fue intervenido, el valor de la canasta del INDEC fue manipulado y finalmente, en 2013, el organismo dejó de valorizar la canasta y de medir la pobreza.
En cambio, la Comisión Técnica de ATE-INDEC toma como válidos los ingresos reportados por la EPH porque no se dispone de una información alternativa. Sin embargo, aclaran que “desconocemos la calidad de los producidos por el INDEC”, los cuales, con el INDEC intervenido, “resultan cuanto menos dudosos”.
Consultada por iEco sobre el momento político de la difusión de este informe, aun con todas las salvedades apuntadas, la desplazada directora de la EPH, Cynthia Pok, dijo que “no sería ético no dar a conocer este informe cuando ya están disponibles la base de datos para calcular la pobreza. Siempre lo hemos hecho así, y siempre también advertimos que se desconoce la validez de los ingresos de los hogares tal como se presentan desde 2007. Y con más razón desconfiamos de los datos informados por la intervención del área de la EPH”.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/extrana-relacion-precios-salarios_0_1455454665.html