• Gesto: congelarían proyecto de presupuesto 2016.
• Reuniones en la Copal y en la UIA.
• Informe del JP Morgan.
Para el Banco Central, nada cambió con los resultados electorales. Ayer vendió u$s 100 millones en la plaza, a lo que le agregó otros u$s 690 millones en el mercado de futuros Rofex. A la entidad monetaria le extendieron la línea de llegada: ahora deberá bregar por la estabilidad cambiaria cuatro semanas más hasta el 22 de noviembre. Se estima que eso representa ventas diarias de contado por u$s 100 millones, es decir, u$s 2.000 millones más a sacrificar para llegar hasta la nueva meta, el «22-N». De haber ganado Daniel Scioli en primera vuelta, el BCRA hubiera tenido cierto margen para aumentar el tamaño de las microdevaluaciones diarias. Ahora deberá seguir manteniendo la sensación térmica en la plaza cambiaria para no conspirar contra las chances del gobernador bonaerense.
Ayer puntualmente la «fiesta de los futuros» tuvo un nuevo capítulo. A tres minutos del cierre de las operaciones, el BCRA salió a reventar precios, vendiendo u$s 690 millones a diferentes plazos para marcar los cierres. Así los precios del dólar pactado a fin de cada mes de 2016 se mantuvieron en niveles similares a los del viernes o incluso más abajo. En la rueda previa a las elecciones, el BCRA había vendido u$s 800 millones. En total, se estima en la plaza financiera que la entidad acumula ventas a futuro por entre u$s 10.000 y u$s 12.000 millones. Este subsidio que se otorga a los que adquieren los dólares en el Rofex a futuro, cada vez gana más pretendientes dado que ahora los «bolseros» lo ofrecen a sus clientes operando a través del Mercado de Valores. El único fantasma para la acreditación del subsidio: que por presión del BCRA, se requiera que las operaciones a futuro tengan una garantía de 70% en lugar del 12-13% actual. Ello obligaría a vender futuros a quienes no disponen de activos para cubrir ese aumento de las garantías.
Hubo diferentes reuniones empresariales analizando el «25-O». La COPAL (Coordinadora de las industrias de Productos Alimentarios) tuvo su encuentro ad-hoc y hoy será el turno de la Unión Industrial Argentina. Todos coinciden: se va hacia una economía menos intervencionista y más predecible. Ayer se conoció un informe del JP Morgan en el que se destaca el consenso entre los dos candidatos, Macri y Scioli, para acordar con los holdouts, subir las tarifas de los servicios públicos, reducir los impuestos a las exportaciones y los subsidios energéticos, así como normalizar, los reportes estadísticos del INDEC, y con ello la revisión del FMI que hace a todos los países miembros. «Las expectativas de los inversores serán sólo satisfechas si las políticas que sirven para financiar el crecimiento, en contraposición a las que sólo sirven para financiar el déficit, son puestas en marcha con credibilidad», señala el informe del JP Morgan realizado por los economistas Iker Cabiedes y Vladimir Werning. Hay divergencias entre candidatos y entre economistas en sí de cada candidato en los siguientes puntos: 1) el timing y alcance del ajuste cambiario para recuperar competitividad; 2) la forma y urgencia para bajar la inflación y el rol de las tasas de interés para lograr el equilibrio monetario; y 3) la velocidad y alcance en el desmantelamiento de los controles del pago de dividendos y de la cuenta capital.
Una señal, tras las presidenciales del domingo, que podría venir del Congreso es la demora en la sanción del Presupuesto 2016. En teoría lo debe tratar el Senado mañana y ya cuenta con aprobación de Diputados. Que haya el Gobierno impulsado esa iniciativa y que haya presionado para que fuera aprobada antes del 10 de diciembre fue visto como otro condicionamiento para el futuro Gobierno. Está claro que el próximo presidente puede asignar partidas por decreto, pero fue una mala señal la de buscar su aprobación. Frenar el proyecto devolvería gentilezas.
El mundo igual sigue dejando margen de acción para emergentes como la Argentina. Uruguay obtuvo fondos al menos del 5% anual. Evo Morales ayer estuvo en Nueva York presentando ante inversores internacionales la «Nueva Bolivia». Esa presentación, otrora sacrílega, ya no lo será en la Argentina.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=813380