No sólo hubo filas interminables ayer en los bancos para poder comprar dólar ahorro: también hubo público en las cuevas para revender esos billetes (lo que se dice «hacer puré»). Esto provocó que el blue tocara un mínimo de $ 15,45 durante la jornada, valor que no se veía desde agosto pasado, aunque terminó cerrando a $ 15,51, lo que marcó una merma de 12 centavos con respecto a la rueda anterior. «Para bajar al blue, pegó más la posibilidad de revender los dólares que la excelente elección presidencial que hizo Macri», advierten en la City.
No es para menos: en tan sólo dos días, las compras por cupo AFIP sumaron u$s 252 millones, el equivalente a lo que reciben todas las terminales automotrices del país en dos meses y medio para poder importar sus insumos y así poder producir. La sensación es que el lunes 23, luego del ballotage, se puede acabar el dólar ahorro.
«¿Si Macri gana el dólar blue será amarillo? ¿Y si gana Scioli será naranja?», se preguntan en el mercado, donde aclaran que el «puré» no estuvo solo: ayer aparecían ventas en bloque de a u$s 100.000 a $ 15,49. En la City señalan que son «manos amigas» que aprovecharon la baja y salieron a «dar cantidad» para bajarlo más, previo al ballottage.
La incógnita es qué puede pasar con el blue una vez que se termine el dólar ahorro y desaparezcan las «manos amigas», ya que el dólar cobertura (ecuación entre circulante y reservas) llegó a $ 20, muy por encima del blue, cuando desde el cepo supo seguirlo muy de cerca. Incluso, llegó a estar hasta más caro que el dólar paralelo.
En el sector prevén que entre hoy y mañana el blue puede llegar a sus mínimos, para empezar a tomar recorrido alcista desde la semana próxima, cuando se acabe el puré y se acerque el ballottage. El cálculo que hacen en la plaza es que se necesitan u$s 80 millones de oferta AFIP para aplanar 10 centavos el blue. Así, al menos, es como se viene dando desde hace meses: con el puré baja entre 2,5 y 3%. A diario la demanda blue empuja entre 10 y 15 centavos el precio: o lo abastecen manos amigas, o lo abastece el dólar ahorro. Sucede que ningún asalariado espera siquiera una semana: compran y venden en el acto. «Yo compré seis cupos en sólo una hora y media, pero también ya los coloqué», revela un mesadinerista, quien se queja por la cantidad de operaciones chicas que se hacen: va armando paquetes de a puchitos. Protesta que hoy el formador de precios debe hacer 50 operaciones de puré para ganarse el día, cuando antes alcanzaba con 10, porque desde septiembre redujeron a la mitad el cupo AFIP a los de mayores ingresos.
¿Cómo es el negocio de las mesas? El mercado se adelanta. Los cueveros se stockean de pesos a fin de mes y ?revolean? con un alza del 4% a principios de mes, cuando salen todos los purecistas a vender su ración de AFIP, más el grueso de la gente que tiene que pagar cuentas.
Pero cuando los mayoristas salgan a stockearse para fin de año, creen en el sector que el billete tendrá un recorrido alcista. Hay dos demandas: la comercial, de importadores de tecnología y de indumentaria, para quienes $ 15,50 es barato; y los ahorristas tradicionales, que son los los «plazofijeros», más operaciones inmobiliarias que demandan billetes, que son el doble de año pasado. Eso explica, en parte, por qué el cupo AFIP se duplicó en un año.
«A partir de diciembre esto es tierra de nadie, ya que el billete debería estar en $ 17,50 si no fuera por el subsidio del puré con el dólar ahorro en récord histórico, al punto de ser el 100% de la demanda del MULC. También por las manos amigas, que durante octubre repartieron millones de dólares como nunca antes visto», especulan las fuentes.