La reciente decisión del Gobierno de obligar a las compañías de seguros a desprenderse de bonos en divisas que tengan en su cartera es «negativa» y «refleja la volatilidad del ambiente operativo» en la Argentina, advirtió ayer un informe de la calificadora de riesgo Moody’s.
La medida del Gobierno es del 27 de octubre pasado, y tuvo por objeto contrarrestar la mayor turbulencia cambiaria derivada de las elecciones del 25 de octubre.
La Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) obligó a las compañías de seguros a desprenderse de bonos en divisas que tengan en su cartera por el exceso de la cobertura de sus obligaciones en dólares, según un cronograma de encuadramiento cuya última operación deberá hacerse durante diciembre.
En ese marco, Moody’s dijo que «si bien el calce de monedas entre activos y pasivos es una consideración crediticia positiva, bajo el actual contexto de muy alta inflación, la nueva resolución tiene implicancias negativas, dado que los instrumentos denominados en moneda extranjera son casi la única opción disponible que tienen las compañías de seguros para mitigar el impacto negativo de la inflación y devaluación en sus perfiles financieros».
«En los últimos cinco años, la industria de seguros argentina ha tenido que afrontar un nivel de inflación muy elevado, dada la monetización del déficit fiscal y la caída de las reservas internacionales, lo que ha derivado en una inflación anual promedio medida por el índice de precios al consumidor (IPC) de 28%, según estimaciones del sector privado», agregó en un informe.
La resolución «es la última de varias iniciativas regulatorias de la SSN impuestas en los últimos años consideradas negativas en términos crediticios, entre las cuales se incluyen resoluciones anteriores vinculadas a la repatriación de inversiones en el exterior y a la obligatoriedad de contratación de reaseguro con compañías locales», advirtió Moody’s.