Reservas caen por pagos de deuda y ventas mayores a U$S 100 M por día
A pesar de la mayor calma que se percibe en las cuevas financieras, por efecto de las expectativas de un levantamiento del cepo al dólar, el manejo del mercado cambiario se complica cada vez más para el Banco Central y lo obliga a convalidar las mayores tasas de devaluación desde el desembarco de Alejandro Vanoli.
El tipo de cambio se encareció cuatro centavos en los primeros ocho días de noviembre; la suba representa un ajuste del 1,57% mensual y del 19,1% anual que está por encima de todas las variaciones que probó el funcionario en sus trece meses de gestión.
El avance, si bien está lejos de compensar el atraso cambiario acumulado en los últimos años, empieza a acercarse un poco más a los niveles de la inflación que afectan la competitividad de la economía local. Hace un año, cuando Vanoli llevaba sólo un mes en su cargo, la diferencia entre la marcha de los precios y la del dólar era de 30 puntos. Con todo, el ajuste mensual del tipo de cambio es todavía la mitad de la inflación.
La mesa que gestiona Agustín Torcassi ya pierde un promedio de u$s 150 millones por día y desde hace tiempo no puede revertir una tendencia negativa en las reservas. El stock informado por su oficina de prensa cerró ayer en los u$s 26.400 millones. Pero en las consultoras estiman que las reservas netas (descontado el swap de China y los pagos de deuda trabados por Griesa y los depósitos en dólares del público) se ubican hoy en los u$s 7.000 millones. El cálculo de «reservas líquidas», que surge de excluir la cantidad que tiene en el Banco Central en «oro» y Deg (activos que difícilmente pueda cambiar por divisas en el corto plazo), es más dramático: habría, a esta altura, apenas entre u$s 2.000 y u$s 3.000 millones, y pasarían a ser negativas en el inicio del próximo Gobierno.
El Central se ve más presionado ahora por la salida de dólares que le provocan el pago de deudas y las ventas a importadores y a ahorristas. Ayer, por caso, debió pagar casi u$s 280 millones por los intereses del Bonar 2024 y desprenderse de u$s 110 millones frente a las mesas de los bancos. El desembolso del Boden 2015, a principios de octubre, redujo de un momento a otro el stock en casi u$s 5.000 millones; y el abastecimiento del mercado cambiario, en donde es el único que ofrece billetes, lo hizo desprenderse de u$s 6.600 millones desde el 27 de julio hasta ayer.
Mientras tanto, a tono con las mismas expectativas, el «blue» consolida su tendencia bajista. El mercado espera que el próximo Gobierno pretenda unificar el mercado cambiario, con lo cual el billete informal debería converger hacia una cotización libre del dólar oficial. En el mercado de futuros de Nueva York esperan que ese tipo de cambio se ubique en los $ 14,85 a fin de diciembre. Hace una semana lo veían a sólo $ 14.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=815333