• Las empresas buscan adelantarse a posibles cambios en el dólar y en las tasas tras el nuevo gobierno
La previa electoral llegó con muchos movimientos en el mercado financiero. Uno de los más notorios en los últimos días es el de empresas que salieron a apurar la búsqueda de financiamiento en pesos. El objetivo es asegurarse fondos frescos a tasas relativamente bajas y evitar cualquier sorpresa que se pueda producir luego de las elecciones. Entre el grupo que salió a buscar fondos frescos aparecen entidades financieras como el Santander Río y el Supervielle, como también empresas de primera línea como Compañía General de Combustibles y Pan American Energy.
Las colocaciones de bonos anunciadas sólo en lo que va de la semana superan los $ 1.000 millones, lo que muestra los niveles a los que llega la búsqueda de fondos frescos. El Santander Río, por ejemplo, sacó dos bonos que vencen en 2017 y 2018, con tasa variable. Banco Supervielle salió a buscar entre 150 y 350 millones, según lo que consiga en el mercado y Tarshop realiza dos colocaciones a 18 y 39 meses por $ 50 millones.
No debería sorprender. El apuro por tomar fondeo en moneda local es típico en las empresas, pero también entre los individuos ante la perspectiva de un salto cambiario. En muchos casos se trata simplemente de quedar endeudado en pesos, ya que luego esa carga se termina licuando al realizar el cálculo de lo que se debe en moneda dura. De hecho, los préstamos destinados a individuos (como créditos personales) muestran un gran dinamismo en los meses anteriores a las elecciones. Mientras que los inversores dudan si esperar las elecciones con un plazo fijo, en cambio hay menos dudas a la hora de tomar deuda en pesos.
Por lo general todas estas emisiones se realizan a tasa Badlar más una sobretasa de 400 a 500 puntos básicos. Como esta tasa cerró ayer a un 22,6%, significa un rendimiento algo menor al 27% anual en pesos. Se trata de condiciones muy atractivas, teniendo en cuenta la suba de tasas que resolvió el Central en las últimas semanas para los ahorristas, que repercutirán a partir de enero en el costo del crédito tanto para empresas como para individuos.
Sólo Compañía General de Combustibles, la empresa que comparten Corporación América y Comercial del Plata, decidió salir a financiarse con la colocación de un bono ajustado por tipo de cambio (dollar linked), aprovechando la gran demanda que existe por este instrumento.
Esta importante tendencia a apurarse a buscar fondeo en pesos se debe a distintos motivos, entre los que se pueden mencionar los siguientes:
• En la medida que se mantiene el cepo, muchos pesos están «atrapados» dentro del sistema y necesariamente los fondos comunes y otros inversores institucionales deben buscar opciones. Se trata de una liquidez que muchos consideran artificial, pero ayuda a que haya muchos pesos disponibles y a mantener las tasas relativamente bajas.
• Ante el cambio de Gobierno y eventual unificación cambiaria, es posible que se produzca un salto de la tasa de interés para estabilizar el dólar. Por lo tanto, es preferible conseguir los pesos ahora, aún cuando se trate de una tasa variable. Hoy, sin embargo, el costo de fondearse a través del mercado de capitales se ubica apenas medio escalón por encima de la inflación.
• La posibilidad de un salto inflacionario ante la suba del dólar y el ajuste tarifario haría que los pesos que se toman hoy terminarían licuados con el paso del tiempo.
• Otro aspecto es que los bancos y otros inversores poseen demasiadas Lebac en sus activos, por lo que optan por diversificar las colocaciones. Un aspecto que se observa en las emisiones en moneda local es que los compradores distinguen poco o nada entre la calidad crediticia de los colocadores. Lo que manda hoy son las condiciones generales del mercado, especialmente en el caso de emisiones en moneda local.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=815662