• Son las necesidades de pesos que tendrá que afrontar el sucesor de Kicillof
El equipo económico que desembarque en el Palacio de Hacienda a partir del 10 de diciembre deberá de arranque pedirle al Banco Central una asistencia de aproximadamente $ 70.000 millones para afrontar los compromisos y pagos del último mes del año.
Las estimaciones privadas sobre las necesidades de financiamiento del Tesoro para cerrar el 2015, más allá de los clásicos artilugios como postergar pagos engrosando así el stock de libramientos impagos para 2016, se ubican entre $ 60.000 y $ 70.000 millones. Esto representaría casi el 50% de toda la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal de los primeros diez meses del año.
Vale señalar que las proyecciones de los analistas parten de la base de una cierta dosis de racionalidad fiscal por parte de las actuales autoridades comandadas por Axel Kicillof de modo que el gasto público no experimentaría una sorpresa mayor a las necesidades estacionales, como el pago de aguinaldo y vacaciones. En tal sentido las necesidades de pesos de la Tesorería se estiman que sumarían entre octubre y noviembre poco más de $ 70.000 millones, lo que sería similar al proyectado para todo diciembre.
La estrategia para cubrir el rojo fiscal del Gobierno en 2015 apuntaba a intensificar el mix del financiamiento en pesos entre emisión y deuda. Pero en realidad el Palacio de Hacienda recurrió a más deuda y menos emisión de lo que previeron los analistas.
Por ejemplo, en el primer trimestre las necesidades totales de pesos (para cubrir el rojo fiscal y pagos de deuda y otros) fueron menores a $ 50.000 millones, de los cuales casi el 35% se cubrió con emisión y el resto con deuda. En el segundo trimestre el mix casi se emparejó casi por partes iguales para financiar más de $ 55.000 millones, algo similar ocurrió en el período posterior donde se necesitaron casi $ 95.000 millones. En ambos trimestres el protagonismo de la financiación vía deuda representó aproximadamente el 53% del total. Para el último trimestre del 2015 las necesidades de pesos rozarían los $ 140.000 millones, de los cuales se estima que más del 75% terminaría siendo financiado vía emisión y el resto con deuda. Estos números son los que le permitirían al Banco Central cerrar el 2015 sin violar la Carta Orgánica dado que el máximo permitido de emisión monetaria para el año no debería superar los $ 200.000 millones. Así casi el 60% de las necesidades de pesos de 2015 se cubrirían vía emisión y el resto con deuda.
El cierre monetario del año marcaría una expansión de la base monetaria del orden del 35% anual en el último bimestre mientras que el agregado más amplio M3 (circulante en poder del público más el total de depósitos privados) crecería por encima del 42% anual.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=815883